Jeremías

Profecía sobre Edom

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Jeremías > Profecía sobre Edom (24:49:7 - 24:49:22)

En cuanto a Edom, así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: “¿Acaso no hay más sabiduría en Temán? ¿Ha perecido el consejo de los entendidos? ¿Se ha corrompido su sabiduría?

“Huid, volved, habitad en lugares profundos, oh habitantes de Dedán; porque la ruina de Esaú traeré sobre él en el tiempo en que lo he de castigar.

Si los vendimiadores vinieran contra ti, ¿no dejarían siquiera rebuscos? Si los ladrones vinieran de noche, destruirían sólo lo que les bastara.

Pero yo he despojado a Esaú; he dejado al descubierto sus escondrijos, y no podrá esconderse. Será destruida su descendencia; sus hermanos y sus vecinos dejarán de ser.

Deja tus huérfanos; yo les mantendré con vida. Y en mí confiarán tus viudas.”

Porque así ha dicho Jehovah: “He aquí, los que no estaban sentenciados a beber de la copa, de todos modos la bebieron. Y tú, ¿serás absuelto del todo? ¡De ninguna manera serás absuelto, sino que ciertamente la beberás!

Porque por mí mismo he jurado, dice Jehovah, que Bosra será convertida en horror, en oprobio, en ruina y en maldición. Todas sus ciudades serán convertidas en unas ruinas perpetuas.”

He escuchado de parte de Jehovah la noticia de que ha sido enviado un mensajero a las naciones, diciendo: “¡Reuníos y venid contra ella! ¡Levantaos para la batalla!

Porque he aquí que te empequeñeceré entre las naciones, y serás menospreciado entre los hombres.

El terror que inspiras y la soberbia de tu corazón te han engañado, a ti que habitas en las hendiduras de la peña y que te has apoderado de la altura de la montaña. Aunque eleves tu nido como el águila, de allí te haré descender, dice Jehovah.

“Edom será convertida en una desolación; todo el que pase por ella quedará horrorizado y silbará por causa de todas sus plagas.

Como cuando fueron trastornadas Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, ha dicho Jehovah, no morará allí nadie, ni la habitará hijo de hombre.

He aquí que subirá como un león desde la espesura del Jordán, contra el pastizal perenne. Pero de pronto le haré correr de allí, y la encargaré a quien sea escogido. Porque, ¿quién es como yo? ¿Quién me convocará? ¿Quién será aquel pastor que pueda prevalecer delante de mí?”

Por tanto, oíd la decisión que Jehovah ha tomado contra Edom, los planes que ha hecho contra los habitantes de Temán. Ciertamente hasta los más pequeños del rebaño serán arrastrados; ciertamente su pastizal será devastado junto con ellos.

La tierra temblará por el estruendo de su caída. Gritará, y su voz se oirá hasta el mar Rojo.

He aquí que como águila subirá y remontará vuelo, y contra Bosra extenderá sus alas. En aquel día el corazón de los valientes de Edom será como el corazón de una mujer en angustia.

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Profecía sobre Damasco

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Jeremías > Profecía sobre Damasco (24:49:23 - 24:49:27)

En cuanto a Damasco: “Hamat y Arfad fueron avergonzadas, porque oyeron malas noticias. Se derritieron en un mar de ansiedad que no puede sosegarse.

Damasco se debilitó, se volvió para huir, y el pánico se apoderó de ella. Angustia y dolores se apoderaron de ella, como de una mujer que da a luz.

¿Cómo es que no ha sido abandonada la gloriosa ciudad, la villa de mi regocijo?

Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas; todos sus hombres de guerra serán silenciados en aquel día, dice Jehovah de los Ejércitos.

Prenderé fuego al muro de Damasco, el cual devorará los palacios de Ben-hadad.”

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Profecía sobre Cedar y Hazor

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Jeremías > Profecía sobre Cedar y Hazor (24:49:28 - 24:49:33)

En cuanto a Quedar y a los reinos de Hazor, los cuales derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia, Jehovah ha dicho así: “¡Levantaos, subid contra Quedar! ¡Destruid a los hijos del oriente!

Sus tiendas y sus rebaños serán tomados; asimismo, sus carpas y todos sus enseres. Se llevarán sus camellos, y a causa de ellos clamarán: ¡El terror está por todas partes!

“Huid, emigrad lejos, oh habitantes de Hazor; habitad en lugares profundos, dice Jehovah, pues Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha tomado una decisión contra vosotros, y contra vosotros ha hecho un plan.

Levantaos, dice Jehovah; subid contra una nación confiada que vive tan segura que no tiene puertas ni cerrojos, y que vive solitaria.

Sus camellos serán tomados como despojo, y la multitud de sus ganados como botín. Esparciré por todos los vientos a los que se rapan las sienes. Por todos lados les traeré ruina, dice Jehovah.

Hazor será morada de chacales, perpetua desolación. No morará allí nadie, ni la habitará hijo de hombre.”

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Profecía sobre Elam

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Jeremías > Profecía sobre Elam (24:49:34 - 24:49:39)

Acerca de Elam vino la palabra de Jehovah al profeta Jeremías, en el principio del reinado de Sedequías, rey de Judá, diciendo

que así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: “He aquí que yo quiebro el arco de Elam, el principio de su poder.

Sobre Elam traeré los cuatro vientos de los cuatro extremos del cielo, y los dispersaré en todas las direcciones. No habrá nación a donde no vayan los desplazados de Elam.

Haré que Elam se aterrorice delante de sus enemigos y delante de los que buscan su vida. Traeré sobre ellos el mal y el furor de mi enojo, dice Jehovah. Enviaré tras ellos la espada, hasta que los acabe.

Sobre Elam pondré mi trono y destruiré allí al rey y a los magistrados, dice Jehovah.

Pero en los últimos días acontecerá que restauraré a Elam de la cautividad,” dice Jehovah.

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Profecía sobre Babilonia

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Jeremías > Profecía sobre Babilonia (24:50:1 - 24:50:46)

La palabra que Jehovah habló por medio del profeta Jeremías acerca de Babilonia y acerca de la tierra de los caldeos:

“Anunciad en las naciones y proclamad. Levantad bandera; anunciadlo y no lo encubráis. Decid: Tomada es Babilonia, Bel es avergonzado, Marduc es hecho pedazos. Sus imágenes son avergonzadas, y sus ídolos hechos pedazos.

Porque desde el norte subirá contra ella una nación, la cual convertirá su tierra en objeto de horror. No habrá nadie que la habite. Tanto los hombres como los animales huirán; se irán.

“En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehovah, vendrán los hijos de Israel, junto con los hijos de Judá. Irán andando y llorando, y buscarán a Jehovah su Dios.

Preguntarán por el camino de Sion, hacia donde volverán sus caras, y vendrán y se unirán a Jehovah en pacto eterno que jamás será echado al olvido.

Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus pastores las hicieron errar. Las descarriaron por las colinas; anduvieron de monte en colina, y se olvidaron de sus prados de reposo.

Todos los que los hallaban los devoraban. Y sus enemigos decían: No somos culpables, por cuanto son ellos los que han pecado contra Jehovah, su morada de justicia; contra Jehovah, la esperanza de sus padres.

“Huid de en medio de Babilonia y salid de la tierra de los caldeos. Sed como los carneros que van delante del rebaño.

Porque he aquí que yo levanto y hago subir contra Babilonia una asamblea de grandes naciones de la tierra del norte. Dispondrán batalla contra ella, y desde allí será tomada. Sus flechas, como las de un diestro guerrero, no volverán vacías.

“Caldea será para despojo. Todos los que la despojen quedarán saciados, dice Jehovah.

Aunque os alegráis y gozáis, oh saqueadores de mi heredad; aunque brincáis como ternera en el pastizal y relincháis como corceles,

vuestra madre se avergonzará sobremanera. Se volverá pálida la que os dio a luz. He aquí, será la última de las naciones: desierto, sequedal y tierra árida.

Por causa de la ira de Jehovah no será habitada, y quedará totalmente desolada. Toda persona que pase por Babilonia se asombrará y silbará por causa de todas sus plagas.

“Disponed batalla contra Babilonia, alrededor de ella, todos los que entesáis el arco. Tirad contra ella, no escatiméis flechas; porque ha pecado contra Jehovah.

Gritad contra ella en derredor: ¡Se ha rendido! Han caído sus torres; sus muros han sido derribados, porque ésta es la venganza de Jehovah. Tomad venganza contra ella; hacedle como ella hizo.

Eliminad de Babilonia al sembrador y al que toma la hoz en el tiempo de la siega. Ante la espada opresora, cada cual mirará hacia su propio pueblo, y cada cual huirá a su propio país.

Oveja descarriada es Israel; los leones la ahuyentaron. Primero la devoró el rey de Asiria; y finalmente la deshuesó Nabucodonosor, rey de Babilonia.

Por tanto, así ha dicho Jehovah de los Ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo castigo al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria.

A Israel traeré de nuevo a su pastizal, y pacerá en el Carmelo y en Basán. En los montes de Efraín y en Galaad se saciará su alma.

En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehovah, será buscada la maldad de Israel, y no aparecerá; los pecados de Judá, y no serán hallados más. Porque perdonaré al remanente que yo haya dejado.

“Sube contra la tierra de Merataim, y contra los habitantes de Pecod. Desvasta y destruye tras ellos, dice Jehovah; haz conforme a todo lo que yo te he mandado.

Estruendo de guerra hay en la tierra, y gran quebrantamiento.

¡Cómo fue cortado y quebrado el martillo de toda la tierra! ¡Cómo ha sido convertida Babilonia en objeto de horror en medio de las naciones!

Te puse trampas, oh Babilonia. Fuiste tomada, ¡y tú no lo supiste! Fuiste hallada y también fuiste apresada, porque contendiste contra Jehovah.

Jehovah ha abierto su arsenal y ha sacado las armas de su furor, porque ésta es obra de Jehovah Dios de los Ejércitos en la tierra de los caldeos.

“Venid contra ella desde los confines. Abrid sus graneros; convertidla en montones y destruidla por completo. ¡Que no le queden sobrevivientes!

Destruid todos sus toros. ¡Que desciendan al matadero! ¡Ay de ellos! Porque ha venido su día, el tiempo de su castigo.

¡Voz de los que huyen y escapan de la tierra de Babilonia, para anunciar en Sion la venganza de Jehovah nuestro Dios, la venganza por su templo!

Convocad contra Babilonia a los arqueros, a todos los que entesan el arco. Asentad campamentos contra ella en derredor. No haya en ella quien escape; retribuidle según su obra. Haced con ella conforme a todo lo que hizo; porque contra Jehovah se insolentó, contra el Santo de Israel.

Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos sus hombres de guerra serán silenciados en aquel día, dice Jehovah.

“He aquí, yo estoy contra ti, oh soberbio, dice el Señor Jehovah de los Ejércitos; porque ha llegado tu día, el tiempo en que te he de castigar.

El soberbio tropezará y caerá, y no tendrá quien lo levante. Encenderé fuego en sus ciudades, el cual devorará todos sus alrededores.”

Así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: “Oprimidos están los hijos de Israel y los hijos de Judá. Todos los que les tomaron cautivos los retuvieron; no los quisieron soltar.

Pero su Redentor es fuerte; Jehovah de los Ejércitos es su nombre. Ciertamente abogará por la causa de ellos para hacer reposar la tierra y turbar a los habitantes de Babilonia.

“La espada viene contra los caldeos, dice Jehovah; contra los habitantes de Babilonia, contra sus magistrados y contra sus sabios.

La espada viene contra los adivinos, y serán entontecidos; la espada viene contra sus valientes, y serán destrozados.

La espada viene contra sus caballos y sobre sus carros; viene contra toda clase de gente que hay en medio de ella, y serán como mujeres. La espada viene contra sus tesoros, y serán saqueados.

Sequedad viene sobre sus aguas, y se secarán. Porque es tierra de imágenes, y por sus ídolos horribles se enloquecen.

“Por tanto, allí morarán las fieras del desierto con las hienas; también habitarán en ella las avestruces. Nunca más será habitada, ni será poblada de generación en generación.

Como cuando Dios trastornó a Sodoma, a Gomorra y a las ciudades vecinas, dice Jehovah, no morará allí nadie, ni la habitará hijo de hombre.

“He aquí que viene un pueblo del norte; una gran nación y muchos reyes se despertarán en los confines de la tierra.

Empuñan el arco y la lanza. Son crueles; no tienen misericordia. Su estruendo resuena como el mar. Montan sobre caballos y como un solo hombre se disponen para la batalla contra ti, oh hija de Babilonia.

“El rey de Babilonia oyó de su fama, y sus manos se debilitaron. La angustia se apoderó de él, dolor como de mujer que da a luz.

He aquí que subirá como un león desde la espesura del Jordán, contra el pastizal perenne. Pero de pronto le haré correr de allí, y la encargaré a quien sea escogido. Porque, ¿quién es como yo? ¿Quién me convocará? ¿Quién será aquel pastor que pueda prevalecer delante de mí?

Por tanto, oíd la decisión que Jehovah ha tomado contra Babilonia, los planes que ha hecho contra la tierra de los caldeos: Ciertamente hasta los más pequeños del rebaño serán arrastrados; ciertamente su pastizal será devastado junto con ellos.

Ante el grito de que Babilonia ha sido tomada, la tierra se estremecerá, y su griterío se oirá entre las naciones.”

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