Libros Proféticos

Recompensa de los que guardan el pacto de Dios

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Isaías > Recompensa de los que guardan el pacto de Dios (23:56:1 - 23:56:12)

Así ha dicho Jehovah: “Guardad el derecho y practicad la justicia; porque mi salvación está próxima a venir, y mi justicia pronta a ser revelada.

Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que persevera en ello, que guarda el sábado no profanándolo y que guarda su mano de hacer el mal.”

El hijo del extranjero que se ha adherido a Jehovah no hable diciendo: “Sin duda, Jehovah me separará de su pueblo.” Tampoco diga el eunuco: “He aquí, yo soy un árbol seco.”

Porque así ha dicho Jehovah: “A los eunucos que guardan mis sábados, que escogen lo que yo quiero y que abrazan mi pacto,

yo les daré en mi casa y dentro de mis muros un memorial y un nombre mejor que el de hijos e hijas. Les daré un nombre eterno que nunca será borrado.

“A los hijos de los extranjeros que se han adherido a Jehovah para servirle y que aman el nombre de Jehovah para ser sus siervos, a todos los que guardan el sábado no profanándolo y que abrazan mi pacto,

a éstos yo los traeré al monte de mi santidad y les llenaré de alegría en mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar, pues mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.”

El Señor Jehovah, que reúne a los rechazados de Israel, dice: “Aun reuniré otros más con sus ya reunidos.”

¡Todos los animales del campo, todos los animales del bosque, venid a comer!

Sus centinelas son ciegos; no conocen. Todos ellos son perros mudos que no pueden ladrar, videntes echados que aman el dormitar.

Son perros comilones e insaciables; son pastores que no saben entender. Todos ellos se apartan tras sus propios caminos, cada cual tras su propio provecho.

Dicen: “Venid; traeré vino, y nos embriagaremos con licor. El día de mañana será como éste, o aun mucho mejor.”

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Condenación de la idolatría de Israel

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Isaías > Condenación de la idolatría de Israel (23:57:1 - 23:57:21)

El justo perece, y no hay quien lo tome a pecho. Los piadosos son eliminados, y nadie entiende que es a causa de la calamidad que el justo es eliminado.

El que anda en rectitud entrará en paz; llegarán a reposar sobre sus lechos.

¡Pero acercaos acá vosotros, oh hijos de bruja, descendientes de adúltero y de prostituta!

¿De quién os mofáis? ¿Contra quién abrís la boca y alargáis la lengua? ¿No sois vosotros hijos rebeldes y descendencia mentirosa?

Vosotros ardéis de lujuria entre los robles y debajo de todo árbol frondoso. Degolláis a vuestros hijos en los valles y debajo de las hendiduras de las peñas.

“Con las piedras lisas del valle está tu parte. ¡Ellas, ellas serán tu porción! A ellas derramas libación y ofreces oblación. ¿Habré de aplacarme ante estas cosas?

Sobre el monte alto y encumbrado pusiste tu cama. Allí también subiste a hacer sacrificio.

Tras la puerta y el poste pusiste tu propio memorial; porque alejado de mí te desnudaste, subiste y extendiste tu cama. Hiciste con ellos pacto, amaste su cama, miraste su desnudez.

“Fuiste al rey con ungüentos, y multiplicaste tus perfumes; enviaste lejos a tus mensajeros, y te humillaste hasta el Seol.

Con tanto caminar te cansaste, pero no dijiste: ¡Estoy rendida! Hallaste mucha vitalidad, por lo cual no desfalleciste.

“¿Por quién tuviste aprehensión y a quién temiste, de modo que mintieses y no te acordases de mí, ni lo tomases a pecho? ¿No es porque he guardado silencio y disimulado, y no me has temido?

Yo expondré tu justicia y tus obras, pero ellas no te aprovecharán.

Cuando clames, ¡que te libre tu colección de ídolos! Pero a todos ellos se los llevará el viento; un soplo los arrebatará. Pero el que se refugia en mí tendrá la tierra por heredad y poseerá mi santo monte.”

Entonces él dirá: “¡Allanad, allanad la calzada! ¡Preparad el camino! ¡Quitad los obstáculos del camino de mi pueblo!”

Porque así ha dicho el Alto y Sublime, el que habita la eternidad y cuyo nombre es el Santo: “Yo habito en las alturas y en santidad; pero estoy con el de espíritu contrito y humillado, para vivificar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los oprimidos.

Porque no he de contender para siempre, ni para siempre he de estar airado, pues se desmayaría delante de mí el espíritu y las almas que he creado.

“Por la iniquidad de sus ganancias deshonestas me indigné y lo golpeé. Escondí mi rostro y me indigné. Pero él continuó rebelde en el camino de su corazón.

He visto sus caminos, pero lo sanaré. Lo guiaré y le daré consuelo, a él y a los suyos que están de duelo.

Yo soy el que crea fruto de labios: ¡Paz, paz para el que está lejos y para el que está cerca!, dice Jehovah. Yo lo sanaré.

Pero los impíos son como el mar agitado que no puede estar quieto y cuyas aguas arrojan cieno y lodo.

“¡No hay paz para los malos!,” dice mi Dios.

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El verdadero ayuno

Imagen El verdadero ayuno 1
Enviado por Durcelia uM.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Isaías > El verdadero ayuno (23:58:1 - 23:58:12)

“¡Proclama a voz en cuello! No te contengas; alza tu voz como corneta. Denuncia ante mi pueblo su transgresión, y a la casa de Jacob su pecado.

Pero ellos me consultan cada día, y les agrada saber mis caminos, como si fuese gente que hubiera obrado con justicia y que no hubiese dejado el juicio de su Dios. Me piden justos juicios y quieren acercarse a Dios.

Dicen: ¿Por qué ayunamos, y no hiciste caso? ¿Por qué afligimos nuestras almas, y no te diste por aludido? “He aquí que en el día de vuestro ayuno lográis vuestro deseo y explotáis a todos vuestros trabajadores.

He aquí que vuestros ayunos son ocasión de contiendas y de riñas, para herir con el puño de perversidad. No podéis seguir ayunando como ahora, con el objeto de hacer oír vuestra voz en lo alto.

¿Es éste el ayuno que yo escogí: sólo un día en que el hombre se aflija a sí mismo? ¿Acaso el doblegar la cabeza como junco y el acostarse sobre cilicio y ceniza es lo que llamáis ayuno y día agradable para Jehovah?

¿No consiste, más bien, el ayuno que yo escogí, en desatar las ligaduras de impiedad, en soltar las ataduras del yugo, en dejar libres a los quebrantados y en romper todo yugo?

¿No consiste en compartir tu pan con el hambriento y en llevar a tu casa a los pobres sin hogar? ¿No consiste en cubrir a tu prójimo cuando lo veas desnudo, y en no esconderte de quien es tu propia carne?

Entonces despuntará tu luz como el alba, y tu recuperación brotará con rapidez. Tu justicia irá delante de ti, y la gloria de Jehovah irá a tu retaguardia.

Entonces invocarás, y Jehovah te escuchará. Clamarás, y él dirá: ¡Aquí estoy! “Si quitas de en medio de ti el yugo, el acusar con el dedo y el hablar vilezas;

si tu alma provee para el hambriento y sacias al alma humillada, tu luz irradiará en las tinieblas, y tu oscuridad será como el mediodía.

Jehovah te guiará siempre y saciará tu alma en medio de los sequedales. El fortalecerá tus huesos, y serás como un jardín de regadío y como un manantial de aguas cuyas aguas nunca faltan.

Los tuyos reconstruirán las ruinas antiguas. Levantarás los cimientos que estaban destruidos de generación en generación. Y serás llamado reparador de brechas y restaurador de sendas para habitar.

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La observancia del día de reposo

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Isaías > La observancia del día de reposo (23:58:13 - 23:58:14)

“Si apartas tu pie por respeto al sábado, para no hacer tu capricho en mi día santo; si al sábado llamas delicia, consagrado a Jehovah y glorioso; y si lo honras, no haciendo según tus propios caminos ni buscando tu propia conveniencia ni hablando tus propias palabras,

entonces te deleitarás en Jehovah. Yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer de la heredad de tu padre Jacob. Porque la boca de Jehovah ha hablado.”

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Confesión del pecado de Israel

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Isaías > Confesión del pecado de Israel (23:59:1 - 23:59:21)

He aquí que la mano de Jehovah no se ha acortado para salvar, ni su oído se ha ensordecido para oír.

Vuestras iniquidades son las que hacen separación entre vosotros y vuestro Dios. Vuestros pecados han hecho que su rostro se oculte de vosotros para no escuchar.

Porque vuestras manos se han contaminado con sangre, y vuestros dedos con iniquidad. Vuestros labios hablan mentira, y vuestra lengua murmura maldad.

No hay quien clame por justicia, ni quien vaya a juicio con integridad. Confían en la vanidad y hablan falsedades. Conciben afanes y dan a luz iniquidad.

Incuban huevos de víboras y tejen telas de arañas. El que coma de sus huevos morirá, y del que sea aplastado saldrá una serpiente.

Sus telarañas no servirán para vestirse, ni se cubrirán con sus obras. Sus obras son obras de iniquidad; hechos de violencia hay en sus manos.

Sus pies corren al mal, y se apresuran a derramar sangre inocente. Sus pensamientos son pensamientos de iniquidad; destrucción y ruina hay en sus calzadas.

No conocen el camino de la paz, ni hay justicia en sus sendas. Sus senderos son torcidos; cualquiera que vaya por ellos no conocerá la paz.

Por esto el derecho se ha alejado de nosotros, y no nos ha alcanzado la justicia. Esperamos luz, pero he aquí tinieblas. Esperamos resplandor, pero andamos en la oscuridad.

Como ciegos palpamos la pared; andamos a tientas, como si no tuviésemos ojos. Tropezamos tanto al mediodía como al anochecer; estamos como muertos entre los robustos.

Gruñimos todos nosotros como osos, y gemimos lastimeramente como palomas. Esperamos justicia, y no la hay; salvación, y está lejos de nosotros.

Porque nuestras transgresiones se han multiplicado delante de ti, y nuestro pecado ha testificado contra nosotros. Porque con nosotros permanecen nuestras transgresiones; reconocemos nuestras iniquidades.

Transgredimos y negamos a Jehovah; volvemos atrás dejando de seguir a nuestro Dios. Hablamos de opresión y de rebelión; concebimos y proferimos desde el corazón palabras de mentira.

El derecho ha sido rechazado, y la justicia se mantiene a distancia. La verdad tropieza en la plaza, y la honestidad no puede entrar.

La verdad está ausente, y el que se aparta del mal es despojado. Jehovah ha visto esto, y el hecho que no haya justicia es malo ante sus ojos.

Vio, pues, que no había nadie, y se asombró de que no hubiese quien intercediese. Por tanto, su propio brazo le produjo salvación, y su propia justicia lo sostuvo.

Se vistió con la coraza de justicia, y puso el casco de salvación sobre su cabeza. Se vistió de ropas de venganza y se cubrió de celo como con un manto.

De acuerdo con sus hechos, así dará la retribución: ira para sus adversarios y furor para sus enemigos. Dará su retribución a las costas.

Desde el occidente temerán el nombre de Jehovah; y desde donde nace el sol, su gloria. Porque él vendrá como río encajonado, sobre el cual impele el soplo de Jehovah.

Entonces el Redentor vendrá a Sion. Y a los de Jacob que se arrepientan de la transgresión, Jehovah les dice:

“En cuanto a mí, éste será mi pacto con ellos: Mi Espíritu que está sobre ti y mis palabras que he puesto en tu boca no se apartarán de tu boca, ni de la boca de tus descendientes, ni de la boca de los descendientes de tus descendientes, desde ahora y para siempre,” ha dicho Jehovah.

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