El pecado que mora en mí

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > Epístola de San Pablo a los Romanos > El pecado que mora en mí (45:7:7 - 45:7:25)

¿Qué, pues, diremos? ¿Que la ley es pecado? ¡De ninguna manera! Al contrario, yo no habría conocido el pecado sino por medio de la ley; porque no estaría consciente de la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.

Pero el pecado, tomando ocasión en el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto.

Así que, yo vivía en un tiempo sin la ley; pero cuando vino el mandamiento, el pecado revivió; y yo morí.

Y descubrí que el mismo mandamiento que era para vida me resultó en muerte;

porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó; y por él, me mató.

De manera que la ley ciertamente es santa; y el mandamiento es santo, justo y bueno.

Luego, ¿lo que es bueno llegó a ser muerte para mí? ¡De ninguna manera! Más bien, el pecado, para mostrarse pecado, mediante lo bueno produjo muerte en mí; a fin de que mediante el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso.

Porque sabemos que la ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido a la sujeción del pecado.

Porque lo que hago, no lo entiendo, pues no practico lo que quiero; al contrario, lo que aborrezco, eso hago.

Y ya que hago lo que no quiero, concuerdo con que la ley es buena.

De manera que ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que mora en mí.

Yo sé que en mí, a saber, en mi carne, no mora el bien. Porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.

Porque no hago el bien que quiero; sino al contrario, el mal que no quiero, eso practico.

Y si hago lo que yo no quiero, ya no lo llevo a cabo yo, sino el pecado que mora en mí.

Por lo tanto, hallo esta ley: Aunque quiero hacer el bien, el mal está presente en mí.

Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;

pero veo en mis miembros una ley diferente que combate contra la ley de mi mente y me encadena con la ley del pecado que está en mis miembros.

¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?

¡Doy gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor! Así que yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios; pero con la carne, a la ley del pecado.

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12 Comentarios sobre “El pecado que mora en mí”

  1. luis fernando opina:

    buen texto

    [contesta a luis fernando]

  2. jose opina:

    este texto me revela lo que soy, mi carne vendida al pecado , mi mente ama la ley del señor; le doy gracias al señor por su palabra que el señor prepare corazones para el arrempentimiento amen

    [contesta a jose]

  3. fredy* opina:

    Qué será eso del pecado original?
    Alguien me pudiera explicar por favor …..
    salu2

    [contesta a fredy*]

  4. rosa juarez opina:

    Para fredy*: te recomiendo que busques la pag Cain y Abel ahi hay algunos comentarios que tambien te pueden ayudar

    [contesta a rosa juarez]

  5. Israel opina:

    Sí soy un hombre nuevo ´porque tengo que luchar contra mi naturaleza humana?

    [contesta a Israel]

  6. ARMANDO opina:

    Lo que sabemos hoy abiertamente, es que Adán y Eva no fueron solamente una pareja; fue una raza que existió, pero en vista del pecado degeneró, extinguiéndose de la faz de la tierra; así mismo existieron varias razas posteriores a esta, con el mismo ciclo recurrente al pecado.
    Esta actual raza lleva sin duda alguna el mismo destino, a causa del pecado que mora en nuestros corazones.
    Muchos avatares, enviados, salvadores, han venido trabajando para frenar este ciclo de recurrencias, señalando las causas, orientando a esta humanidad al despertar de la conciencia; mas muchos somos los llamados; pero pocos los escogidos.
    Si aceptamos, comprobamos por si mismos que no somos uno; sino muchos, que nuestra mente es la morada del ego, es decir que no somos entes individuales, que somos multitud, legiones y que nuestros corazones y mentes están contaminados, condicionados por estos elementos llamados Yoes, que los mismos son la causa del pecado; entonces estaremos cerca de un nuevo nacimiento

    [contesta a ARMANDO]

  7. ARMANDO opina:

    Quienes buscan a satán fuera de su mente y de su cuerpo, están fuera de la dirección. el enemigo es interior y habita en nuestra mente. Cuando Jesús el Cristo entró en Jerusalén, lo hizo montado en un burro; éste es el simbolismo de la mente; y precisamente Jesús nos estaba indicando que estaba montado en el burro, porque ya había dominado su mente; ya poseía absolutamente Mente Cristo
    Nuestra mente es como un burrito montes, mañoso terco, contumaz y arisco; solo quien la domine será el triunfador. Jesús el Cristo es, y será siempre el vencedor y tendrá la victoria y la corona de rey.

    [contesta a ARMANDO]

  8. Ruben Tamayo opina:

    Para ARMANDO:
    - Tu comentario: Lo que sabemos hoy abiertamente, es que Adán y Eva no fueron solamente una pareja; fue una raza que existió, pero en vista del pecado degeneró, extinguiéndose de la faz de la tierra…
    - Rpta: No se de donde sacas eso de que Adan y Eva eran una raza, en todo caso, debes poner la base que sustenta tu afirmación, de lo contrario, suena a fantasía tuya.
    Hace muchos años, leí el libro “Yo visité Ganimedes”, donde el autor afirma que Adán era una raza y Eva otra raza; si has leído ese libro u otro similar, te recomiendo que no confundas realidad con ficción, no es bueno para tu salud mental.
    - Tu comentario: Nuestra mente es como un burrito montes, mañoso terco, contumaz y arisco…
    - Rpta: ja ja ja ja ja ja, buen chiste, mi hermano… ja ja ja

    [contesta a Ruben Tamayo]

  9. Andrea opina:

    Para ARMANDO:
    [respondiendo al mensaje]

    Paz a ti: Quizá no t capto aquello de que Adán y Eva fueron una raza y no una pareja… Pero mi amado Armando, cuando compartes esto: “Si aceptamos, comprobamos por si mismos que no somos uno; sino muchos, que nuestra mente es la morada del ego, es decir que no somos entes individuales, que somos multitud, legiones y que nuestros corazones y mentes están contaminados, condicionados por estos elementos llamados Yoes, que los mismos son la causa del pecado; entonces estaremos cerca de un nuevo nacimiento”. …..En esto si estoy de acuerdo contigo… …y me concuerda con el pasaje de la escritura, cuando el rey Salomón, pidió sabiduría para saber gobernar a aquel pueblo tan grande. …te comparto algo: cuando comenzaba en este Camino, Dios me mostró así: me veía yo en una ciudad grande y estaba yo y mi niña (espero se comprenda quien era esa niña)… Y veía hacia una parte y había como un pergamino que decía como con letras de antigüedad, de esta manera: CRISTO YA REINA, y volteaba hacia otra dirección en aquella ciudad y veía otro pergamino que decía lo mismito, y hacia dondequiera que yo volteaba en aquella ciudad veía pergaminos con esta escritura… …cuando desperté de aquel sueño no entendía, pero después entendí… Y sabes ahora sé que es necesario pedir a Dios sabiduría para saber gobernar sobre todo lo que se mueve en uno mismo…. … Y con respecto a tu siguiente comentario: “Quienes buscan a satán fuera de su mente y de su cuerpo, están fuera de la dirección. el enemigo es interior y habita en nuestra mente. Cuando Jesús el Cristo entró en Jerusalén, lo hizo montado en un burro; éste es el simbolismo de la mente; y precisamente Jesús nos estaba indicando que estaba montado en el burro, porque ya había dominado su mente; ya poseía absolutamente Mente Cristo
    Nuestra mente es como un burrito montes, mañoso terco, contumaz y arisco; solo quien la domine será el triunfador. Jesús el Cristo es, y será siempre el vencedor y tendrá la victoria y la corona de rey.” ….en cierta manera también estoy de acuerdo contigo…. Porque cierto que así debemos de ser nosotros, por eso Cristo Jesús nos da enseñanza, El iba gobernando sobre su humanidad… por eso dice: que el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo nuestros pies, a Dios sea la gloria!! ….porque de la manera que Jesús iba sobre el burrito así debemos ir nosotros, porque el que se une al Señor un espíritu es con El. De manera que el burrito (nuestra humanidad) no gobierne sobre el que se une al Señor. …por eso dice: que nosotros debemos tener la mente de Cristo, llevar nuestra mente sujeta a Cristo, ya que si no es así, sigue siendo una mente animal, contumaz, rebelde y perversa. …pero los que hemos nacido de nuevo, tenemos esperanza en Cristo y en El somos más que vencedores, claro! Si permanecemos en El. Dios te bendiga y t guarde a ti y a toda tu casa, y a todos los que leen también… Paz

    [contesta a Andrea]

  10. Ruben Tamayo opina:

    ¿Existe algún animal como un “burrito montes, mañoso terco, contumaz y arisco…”??? Pensé que era chiste.

    [contesta a Ruben Tamayo]

  11. Hugo Enancio opina:

    Para ARMANDO:
    [Saludos Armando, interesante lo que argumentas sobre la mente de algunos, un burro terco es cierto, en muchos es eso, un burro terco que carga con fantasías y fanatismos y nadie lo hace enderezar la cerviz pues ese asno cabeza a gachas sigue cargando su crédula y contumaz fatua creencia. ]

    [contesta a Hugo Enancio]

  12. SILVIO opina:

    Dios los siga bendiciendo, dejo mi comentario.
    En los vs. 7-25 pablo uso la experiencia que el mismo tuvo antes de creer en el SEÑOR, para mostrar la miseria de tratar de hacer el bien bajo la ley con el fin de agradar a DIOS. En esta sección no se menciona el espíritu humano ni el espíritu de DIOS, sino la voluntad y la mente del alma humana (vs. 19-23), las cuales intentan agradar a DIOS con el bien de la vida natural (vs. 18-19 ,21), aunque este cuadro representa a una persona que no es salva, casi todos los creyentes pasan por esta clase de experiencia después de ser salvos. La ley nos presenta un cuadro de DIOS y le define (lv. 19.2) por consiguiente, impone mucha exigencia y requisitos en el hombre caído, y con esto identifica el pecado como pecado (3:20; 4:15; 5:20) De esta manera el hombre es expuesto y también sojuzgado por la ley (3:19) el décimo mandamiento, “NO CODICIARAS” no está relacionado con la conducta exterior, sino con el pecado que está dentro del hombre, principalmente en sus pensamientos. Esto muestra que el problema del hombre tiene que ver con el pecado que mora en él, y no solamente con los actos pecaminosos exteriores

    [contesta a SILVIO]