Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Marcos > La transfiguración (41:9:2 - 41:9:13)
Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y les hizo subir aparte, a solas, a un monte alto, y fue transfigurado delante de ellos.
Sus vestiduras se hicieron resplandecientes, muy blancas, tanto que ningún lavandero en la tierra las puede dejar tan blancas.
Y les apareció Elías con Moisés, y estaban hablando con Jesús.
Entonces intervino Pedro y dijo a Jesús: —Rabí, es bueno que nosotros estemos aquí. Levantemos, pues, tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Pues él no sabía qué decir, porque tuvieron miedo.
Vino una nube haciéndoles sombra, y desde la nube una voz decía: “Este es mi hijo amado; a él oíd.”
Y de inmediato, mirando alrededor, ya no vieron a nadie más con ellos, sino sólo a Jesús.
Mientras descendían ellos del monte, Jesús les ordenó que no contaran a nadie lo que habían visto, sino cuando el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos.
Y ellos guardaron la palabra entre sí, discutiendo qué significaría aquello de resucitar de entre los muertos.
Le preguntaron diciendo: —¿Por qué dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?
El les dijo: —A la verdad, Elías viene primero y restaura todas las cosas. Y, ¿cómo está escrito acerca del Hijo del Hombre, que padezca mucho y sea menospreciado?
Sin embargo, os digo que Elías ya ha venido; e hicieron con él todo lo que quisieron, tal como está escrito de él.
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