Más que vencedores

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > Epístola de San Pablo a los Romanos > Más que vencedores (45:8:28 - 45:8:39)

Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que le aman, esto es, a los que son llamados conforme a su propósito.

Sabemos que a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo; a fin de que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

¿Qué, pues, diremos frente a estas cosas? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará gratuitamente también con él todas las cosas?

¿Quién acusará a los escogidos de Dios? El que justifica es Dios.

¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, es el que también resucitó; quien, además, está a la diestra de Dios, y quien también intercede por nosotros.

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación? ¿angustia? ¿persecución? ¿hambre? ¿desnudez? ¿peligros? ¿espada?

Como está escrito: Por tu causa somos muertos todo el tiempo; fuimos estimados como ovejas para el matadero.

Más bien, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo porvenir, ni poderes,

ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.

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3 Comentarios sobre “Más que vencedores”

  1. Mary Prado opina:

    El apostol Pablo cuando mensiona la palabra “carne” no se refiere al cuerpo fisico;sino a la parte interna del hombre contaminada por el pecado,a todas las tendencias malas que hay en el hombre debido al pecado imnato o pecado original;de modo que nuestro cuerpo no es malo sino el instrumento del pecado. Aesto mismo se refirió Jesús cuando habló sobre el origen de la contaminación del hombre,este se halla en los deseos internos que surgen del corazón pecaminoso. La vida en el Espiritu es la vida que no esta bajo los deseos de la carne o deseos internos o pecaminosos, a esto se refiere Pablo cuando dice: que debemos vivir en el Espiritu y no en la carne.

    [contesta a Mary Prado]

  2. Nathaniel D. Mendoza opina:

    Para Mary Prado: Tu Comentario: El apostol Pablo cuando mensiona la palabra “carne” no se refiere al cuerpo fisico;sino a la parte interna del hombre contaminada por el pecado,a todas las tendencias malas que hay en el hombre debido al pecado imnato o pecado original;de modo que nuestro cuerpo no es malo sino el instrumento del pecado. Aesto mismo se refirió Jesús cuando habló sobre el origen de la contaminación del hombre,este se halla en los deseos internos que surgen del corazón pecaminoso.
    Rpta: No estoy de acuerdo contigo a menos que te esté malentendiendo sobre lo que dices. Pero en la Palabra de Dios, el apostol Pablo dijo a los Romanos: Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Y tu dijiste que: cuando Pablo menciona la palabra “carne” no se refiere al cuerpo fisico; sino a la parte interna del hombre

    Rom 7:19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.

    Rom 7:20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.

    Rom 7:21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.

    Rom 7:22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
    ¿Estaba equivocado entonces Pablo al decir que el hombre interior se deleita en la ley de Dios?

    Rom 7:23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
    La palabra de Dios nos dice claramente que la ley del pecado estaba en sus miembros, refiriéndose en su carne. Porque el hombre interior, se deleito en la ley de Dios.

    Rom 7:24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
    Espero y me haya explicado.

    Saludes

    [contesta a Nathaniel D. Mendoza]

  3. Nathaniel D. Mendoza opina:

    Para Mary Prado: Tu Comentario: El apostol Pablo cuando mensiona la palabra “carne” no se refiere al cuerpo fisico;sino a la parte interna del hombre contaminada por el pecado,a todas las tendencias malas que hay en el hombre debido al pecado imnato o pecado original;de modo que nuestro cuerpo no es malo sino el instrumento del pecado. Aesto mismo se refirió Jesús cuando habló sobre el origen de la contaminación del hombre,este se halla en los deseos internos que surgen del corazón pecaminoso.

    Rpta: No estoy de acuerdo contigo a menos que te esté malentendiendo sobre lo que dices. Pero en la Palabra de Dios, el apostol Pablo dijo a los Romanos: Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Y tu dijiste que: cuando Pablo menciona la palabra “carne” no se refiere al cuerpo fisico; sino a la parte interna del hombre

    Rom 7:19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.

    Rom 7:20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.

    Rom 7:21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.

    Rom 7:22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
    ¿Estaba equivocado entonces Pablo al decir que el hombre interior se deleita en la ley de Dios?

    Rom 7:23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
    La palabra de Dios nos dice claramente que la ley del pecado estaba en sus miembros, refiriéndose en su carne. Porque el hombre interior, se deleito en la ley de Dios.

    Rom 7:24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
    Espero y me haya explicado.

    Saludes

    [contesta a Nathaniel D. Mendoza]