A quién se debe temer
San Mateo 10:26 – San Mateo 10:33
«Así que, no les temáis. Porque no hay nada encubierto que no será revelado, ni oculto que no será conocido.
Lo que os digo en privado, decidlo en público; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas.
No temáis a los que matan el cuerpo pero no pueden matar al alma. Más bien, temed a aquel que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno.
¿Acaso no se venden dos pajaritos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin el consentimiento de vuestro Padre.
Pues aun vuestros cabellos están todos contados.
Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajaritos.
«Por tanto, a todo el que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.