Primicias y diezmos

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  1. Continúo: Fecha 3/2/10

    Cuando el Señor Jesús nació, no vino a ser el primer personaje en la historia humana que Se llamó Jesús, ya otros, en el mismo pueblo hebreo, se llamaban Jesús, por ejemplo, Josué y Jesús en el hebreo son lo mismo; y en la época del Señor Jesús, como en la época de los apóstoles, el Señor Jesús no era el único que se llamaba Jesús, había otros que se llamaban Jesús; por ejemplo, Jesús llamado Justo de Colosenses 4:11; Jesús, el hijo de Bar, o Barjesús de Hechos 13:6. También en 2 Corintios 11:4, el apóstol Pablo advierte sobre quienes pudieran venir predicando a otro Jesús, etc., etc…. Y la pregunta aquí sería que si por el hecho de que una persona se llamara Jesús, ¿ya por ello puede ser Salvador? ¡No!; entonces, al hablar de Dios, no podemos hablar únicamente del nombre de Jesús aislado, como un nombre solo; ya vimos que Dios añade de Sus atributos a Su Nombre: no lo deja solo, aislado…. Inclusive, aunque dijéramos “Jesús el de la Biblia”, ya vimos también que en la Biblia hay varios Jesús, y cuando el ángel dijo: “Llamará Su nombre Jesús, porque Él salvará Su pueblo de sus pecados”, Mateo omite lo que Lucas nos deja claro: “Este Jesús”, a diferencia de los demás Jesús, “este es Señor” y “es Cristo”; ahora mire, el Señor Jesús no Se constituye en El Salvador nada más por el hecho de haber nacido; si Él hubiera nacido y no hubiera muerto y resucitado, Su nacimiento nada más en Si Mismo no nos traería salvación; era necesario que se cumpliese el proceso. Si el Señor hubiera hecho los milagros que hizo durante los tres años y medio de Su ministerio, y hubiera muerto y no hubiera resucitado, eso tampoco nos hubiera traído la salvación. Hasta que Él nace, ejerce Su ministerio, nos deja Sus enseñanzas, muere y resucita….hasta entonces Él puede constituirse en El Salvador de la humanidad; la vida sólo puede provenir de la vida. Si Él muere y no resicita, la muerte no nos puede dar vida, y alguien pudiera decir: “¡ah, pero murió por nuestros pecados!”, está bien, entonces que te perdone, y cuando mueras, te convertirás en un muerto perdonado….No serviría de mucho, La vida proviene de la vida resucitada del Señor; ahora…..¿en qué momento tan importante, el Señor Se convierte en Cristo?…..Veamos la respuesta en un pasaje que es supremo en la importancia: Hechos 2:36 “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.”

    Este Jesús tuvo que cumplir un proceso para constituirse en Señor y Cristo; la palabra Cristo, es de origen griego y significa ungido, en quien reposa la unción, y todos aquellos que se llamaron Jesús, pero sin lo Cristo, sin la unción, la divinidad no estaba en ellos, así que eran lo que eran, sólo un ordinario Jesús; y de igual manera, si al Señor Jesús se le hubiera podido quitar lo Cristo, entonces hubiera sido un Jesús nada más, pero si a Jesús se Le pone lo Cristo, se Le pone la unción; y Pedro está diciendo en este pasaje: “A este Jesús a Quién vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo”, así que Jesús Se constituye en Señor y Cristo, ¿y qué con ello?….Que con ello y desde entonces, la humanidad es llevada a la divinidad; así como la divinidad vino a la humanidad, ahora la humanidad ha sido y sigue siendo llevada a la divinidad….Lo humano y lo divino se conjumtan, y se produce la vida en ese nombre: El Señor Jesucristo.

    Romanos 14:9 dice: “Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.”

    Así que mientras Él no vencía la muerte, mientras que Él no moría y resucitaba y mostraba que Su vida es una vida resucitada inmortal, Él no podía ser Señor; y si a Jesús se Le hubiera quitado lo Cristo, no podría ser Dios, no podría ser el Salvador….tan sólo sería un Jesús como cualquier Jesús, pero atribuyámosle lo que Él es, pongámosle a Jesús lo Cristo y lo Señor, y eso es: Es Dios.

    El problema para los judíos no era aceptar al Señor Jesús….Ellos Lo veían, no Lo podían negar….el problema para los judíos, era aceptar que ese Jesús fuese el Cristo, cuando los apóstoles eran intimidados, encarcelados y azotados, el problema no había sido su enseñanza, sino que les pedían que no enseñasen en ese Nombre, acerca de lo cual, ya el Señor Jesús había advertido que serían aborrecidos por causa de Su Nombre (Marcos 13:9 al 13). Efesios 6:12 dice que “No tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”; y esta lucha desde aquel entonces hasta nuestros días, se sigue suscitando en contra de que se predique, se sepa y se conozca Su nombre, ¿por qué razón?…..la Biblia enseña que en ningún otro nombre hasy salvación….. En Hechos 4:10 al 12 dice:

    “Sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a Quién vosotros crucificasteis y a Quién Dios resucitó de los muertos, por Él este hombre está en vuestra presencia sano.” “Este Jesús es la Piedra reprobada por vosotros los edificadores, la Cual ha venido a ser Cabeza del ángulo.” “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”

    Y más adelante, en el capítulo 10, verso 43, confirma:

    “De Éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en Él creyeren, recibirán perdón de pecados por Su Nombre.”

    Note que el perdón de los pecados es “Por Su Nombre”, así que nuestra salvación misma tiene qué ver con Su Nombre, por eso leímos que “No hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” También Hechos 22:16 dice: “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando Su Nombre.”

    Éstos y algunos otros textos nos permiten ver la preeminencia de Su Nombre en relación a nuestra salvación, al mismo tiempo que entendemos el interés del enemigo de nuestras almas para que no se sepa ni se conozca el Nombre de Dios, el Nombre del Señor que Dios había anunciado en Su mensaje: “Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; Éste es Señor de todos”. (Hechos 10:36). Jesucristo es el Señor de todos, y si nos dirigimos a Dios como Padre, como Dios, como Shaddai, como Adonai, está bien, pero si vamos a mencionar el Nombre de Dios, ése es Jesucristo, y Jesucristo es el Señor, no es un señor (de tantos), es el Señor de todos (Filipenses 2:11).

    Cuando usamos las palabras Dios, Padre, Señor, no estamos pecando por hacer eso, pero tiene qué haber un entendimiento en nosotros cuando nos dirigimos a ese Padre que está en los cielos: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu Nombre”; ¿cuál es entonces ese Nombre que debemos santificar? 1 Juan 5:20 también nos confirma esta clara respuesta: “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al Que es verdadero; y estamos en el verdadero, en Su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios, y la vida eterna.”

    Sabemos que la palabra Jesucristo es un nombre compuesto, totalmente legítimo en las reglas gramaticales; usted puede decir Jesús el Cristo, Jesús Cristo, o Cristo Jesús y no hay diferencia en ello, no es ningún problema; pero tampoco debemos descartar las dos palabras fusionadas: Jesucristo, lo cual es totalmente lícito en la gramática; ese Jesús el Cristo, Jesucristo, es un nombre compuesto que fusiona el Nombre con la Unción, como también la humanidad al ser llevada a la divinidad, se fusiona con ella; por tanto, nuestra invocación correcta y precisa cuando nos dirigimos a la Deidad Suprema, es: Señor Jesucristo; y al santificar Su Nombre, exaltar Su Nombre, o bendecir Su Nombre, la expresión más correcta es: “Señor Jesucristo”. ¡ÉSTE ES EL NOMBRE DE DIOS!, Nombre que estuvo reservado hasta la consumación del Plan de Salvación de Dios, porque en Su Nombre estaría contenido el significado de Juan 3:16: La Divinidad viniendo a la humanidad, encarnando en una virgen, manifestando Su Gloria, trayendo Sus promesas y enseñanzas, ofreciéndose a Sí Mismo en sacrificio, quitando toda potestad a las tinieblas sobre nosotros Sus hijos, y traladando la humanidad a la Divinidad; toda esta maravillosa obra de Dios está contenida en Su Precioso, Santo, Bendito y Sagrado Nombre.

    Aquí culmino por el momento. Continúo mañana

    Dios les bendiga a todos

  2. Un Copy del Diccionario Bíblico Vila – Escuaín:

    Diezmo: Décima parte de la renta de una persona; se dedica a usos sagrados. Varias naciones de la antigüedad lo practicaban, y era conocido por los patriarcas del Antiguo Testamento(Gn. 14:28; 28:10-22). La ley mosaica lo establecía sobre los frutos de la tierra y el ganado (Lv. 27:30-33; Nm. 18:27). Era entregado en su totalidad a los levitas para el sostén de ellos y el culto (Nm. 18:21-32; Dt. 12:17-19, 22, 29; 14:22). Esta práctica decaía a veces, mereciendo amonestaciones (2 Cr. 31:4-12; Mal. 3:7-11). El pago de diezmos continuaba en tiempos de Cristo (Lc. 11:42; 18:12; He. 7:5), pero no fue prescrito a los cristianos ni por Cristo ni por los apóstoles. Bajo la economía de la gracia se espera de todo creyente que aporte con corazón bien dispuesto “como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2 Co. 9:7). El creyente es exhortado a dar no por una norma impuesta, sino presentándole el ejemplo de gracia del mismo Señor Jesucristo, “que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico” (2 Co. 8:9). No es el diezmo del cristiano lo que corresponde al Señor, sino todo su ser, puesto que ha sido comprado “por precio” (1 Co. 6:20; 7:23), y debe así venir a ser eficaz administrador de todo lo que el Señor a puesto en sus manos para la gloria de Dios.

  3. Para Daniel Mendoza:

    Con respecto al último comentario:

    Buen trabajo Daniel.

    Saludos.

    Atte.

  4. Para Ruben:

    Tu texto:

    «El creyente es exhortado a dar no por una norma impuesta, sino presentándole el ejemplo de gracia del mismo Señor Jesucristo, “que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico” (2 Co. 8:9). No es el diezmo del cristiano lo que corresponde al Señor, sino todo su ser, puesto que ha sido comprado “por precio” (1 Co. 6:20; 7:23), y debe así venir a ser eficaz administrador de todo lo que el Señor a puesto en sus manos para la gloria de Dios.»

    R/

    Saludos Ruben, plenamente convencido que así debe ser.

    Atte.

  5. «El Nombre de Dios»

    Fecha 9 de marzo del 2010

    Voy a culminar con el Tema de El Nombre de Dios.

    En el libro de los Hechos, los religiosos de aquellos tiempos y también en lo Evangelios, siempre hacen mención del Señor únicamente como Jesús, Jesús y Jesús, pero ya cuando el Señor murió, resucitó y ascendió….es decir, una vez que la humanidad (Jesús) es llevada a la Divinidad (Jesucristo), en las epístolas de los apóstoles, comenzando con las de Pablo, nunca encontramos expresiones tales como: «Pablo, siervo de Jesús, Pedro o Juan, siervos de Jesús»; sería impropio….Pablo, como siervo con revelación divina, decía:

    «Pablo, siervo de JESUCRISTO» (Romans 1:1).

    «Pablo, apóstol de JESUCRISTO» (1 Corintios 1:1).

    «Pablo, apóstol de JESUCRISTO» (11 Corintios 1:1).

    «Pablo, apóstol de JESUCRISTO» (Gálatas 1:1).

    «Pablo, apóstol de JESUCRISTO» (Efesios 1:1).

    «Pablo y Timoteo, siervos de JESUCRISTO» (Filipenses 1:1).

    «Pablo, apóstol de JESUCRISTO» (Filipenses 1:1). Etc…

    Fueron siervos de un Ser Divino, no de un humano Jesús…. Una traducción de la Vulgata Latina, declara en 1 Juan 4:2-3: «…Y todo espíritu que divide a Jesucrsto, no es de Dios.» Otra traducción de la Vulgata Latina dice: «….Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo es venido en carne, no es de Dios. Este es el espíritu del anticristo…..» JESUCRISTO es el Nombre de Dios, y es Él: DIOS, Quién vino en carne: No dice: «Jesús es venido en carne….» (1 Timoteo 3:16).

    Querido hermanos del foro: ¿Ya ha sido invocado en usted «el NOMBRE», como está escrito?

    «¿No blasfeman ellos el buen NOMBRE que fue invocado sobre vosotros?» (Santiago 2:7).

    «…Ahora pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate y lava tus pecados, INVOCANDO SU NOMBRE.» (Hechos 22:16).

    Una vez más, ¿Ha sido invocado el NOMBRE de DIOS en Su Vida? Piénselo.

    Dios les bendiga

  6. Para Hombre de ley: estoy de acuerdo contigo agregame a tu mns soy de florida valle dios te bendiga
  7. Para jose javier meneses:

    Igualmente a tí José javier, desde Argentina

    me podrías decir a que comentario te refieres, gracias

  8. Para Milton: dios te bendiga recuerda que en gálatas 3:10 dice porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley,para hacerlas 11 y que por la ley ninguno se justifica para con DIOS,es evidente ,porque El justo por la fe vivirá 12 y la ley no es de fe, sino que dice.El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. tu serias capas de cumplir toda ley, si eres capas vivirás por esto. si tu te circuncidas de la ley de la gracia de DIOS te estas desligando LEE gálatas 5:3-6 espero que lo estudies y te sea de gran bendición , dime en que parte del nuevo testamento esta escrito que el señor jesucristo o los apotoles hayan prescrito que los cristianos diezmaramos, yo no lo he leido porque no esta escrito.repndeme
  9. Para Hombre de ley: gracias DIOS te siga bendiciendo, trataste el tema que no se debe dar enseñanza de los diezmos

    que el diezmo no es para la iglesia de cristo era para el pueblo de israel

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