Prosperidad del que teme a Jehová. Aleluya.

Salmos 112:1 – Salmos 112:10

¡Aleluya! Bienaventurado el hombre que teme a Jehovah, y en sus mandamientos se deleita en gran manera.

Su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita.

Bienes y riquezas hay en su casa; su justicia permanece para siempre.

En las tinieblas resplandece la luz para los rectos; él es clemente, misericordioso y justo.

El hombre de bien tiene compasión y presta, y administra sus cosas con justicia.

Por eso no resbalará jamás; para siempre será recordado el justo.

De las malas noticias no tendrá temor; su corazón está firme, confiado en Jehovah.

Afianzado está su corazón; no temerá, hasta que vea en sus enemigos su deseo.

Esparce, da a los necesitados; su justicia permanece para siempre, y su poderío será exaltado en gloria.

Lo verá el impío y se irritará; crujirá los dientes y se consumirá. El deseo de los impíos perecerá.