Consagración de Aarón y de sus hijos

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Levítico > Consagración de Aarón y de sus hijos (3:8:1 - 3:8:36)

Jehovah habló a Moisés diciendo:

“Toma a Aarón y con él a sus hijos, y las vestiduras, el aceite de la unción, el novillo para el sacrificio por el pecado, los dos carneros y la cesta de los panes sin levadura.

Reúne luego a toda la congregación a la entrada del tabernáculo de reunión.”

Moisés hizo como Jehovah le mandó, y la congregación se reunió a la entrada del tabernáculo de reunión.

Entonces Moisés dijo a la congregación: “Esto es lo que Jehovah ha mandado hacer.”

Luego Moisés hizo que se acercaran Aarón y sus hijos, y los lavó con agua.

Puso sobre Aarón el vestido y lo ciñó con el cinturón. Después le vistió con la túnica, puso sobre ella el efod, lo ciñó con el ceñidor del efod y lo sujetó con él.

Después le puso encima el pectoral, y sobre el pectoral puso el Urim y el Tumim.

Puso el turbante sobre su cabeza; y sobre aquél, en la parte delantera, puso la lámina de oro en forma de flor, la diadema sagrada, como Jehovah había mandado a Moisés.

Después Moisés tomó el aceite de la unción, ungió el tabernáculo y todas las cosas que estaban en él; y las santificó.

Roció con él el altar siete veces; ungió el altar y todos sus utensilios, y la fuente con su base, para santificarlos.

Luego derramó parte del aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón, y lo ungió para consagrarlo.

Después Moisés hizo que se acercaran los hijos de Aarón. Les vistió con las vestiduras, les ciñó con los cinturones y les puso los turbantes, como Jehovah había mandado a Moisés.

Después hizo que trajeran el novillo del sacrificio por el pecado. Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del novillo del sacrificio por el pecado.

Moisés lo degolló, tomó parte de la sangre, la puso con su dedo sobre los cuernos del altar en derredor y purificó el altar. Derramó el resto de la sangre al pie del altar y lo santificó para hacer expiación por él.

Entonces tomó todo el sebo que estaba sobre las vísceras, el sebo del hígado y los dos riñones con el sebo que los cubre, y Moisés los hizo arder sobre el altar.

Pero el resto del novillo—su piel, su carne y su estiércol— lo quemó en el fuego fuera del campamento, como Jehovah había mandado a Moisés.

Después hizo que trajesen el carnero del holocausto, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero.

Moisés lo degolló y roció la sangre por encima y alrededor del altar.

Después cortó el carnero en pedazos e hizo arder la cabeza, los pedazos y el sebo.

Lavó luego con agua las vísceras y las piernas, e hizo arder todo el carnero sobre el altar. Es holocausto de grato olor, ofrenda quemada a Jehovah, como Jehovah había mandado a Moisés.

Después hizo que acercaran el otro carnero, el carnero de la investidura. Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero,

y Moisés lo degolló. Luego tomó parte de su sangre y la puso sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, sobre el dedo pulgar de su mano derecha y sobre el dedo pulgar de su pie derecho.

Hizo que se acercaran los hijos de Aarón y puso parte de la sangre sobre el lóbulo de su oreja derecha, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho. Luego derramó el resto de la sangre por encima y alrededor del altar.

Después tomó el sebo, la rabadilla, el sebo que cubre las vísceras, el sebo del hígado, los dos riñones con el sebo que los cubre y el muslo derecho.

De la cesta de los panes sin levadura que estaba delante de Jehovah, tomó un pan sin levadura, una torta de pan con aceite y una galleta, y los puso sobre el sebo y sobre el muslo derecho.

Puso todo esto en las manos de Aarón y en las manos de sus hijos, y lo hizo mecer como ofrenda mecida delante de Jehovah.

Después las tomó Moisés de sus manos y las hizo arder en el altar sobre el holocausto. Estos son los sacrificios de la investidura, para grato olor. Es una ofrenda quemada a Jehovah.

Después Moisés tomó el pecho y lo meció como ofrenda mecida delante de Jehovah. Esta parte del carnero de la investidura correspondía a Moisés, como Jehovah había mandado a Moisés.

Luego Moisés tomó parte del aceite de la unción y de la sangre que estaba sobre el altar, y roció a Aarón y sus vestiduras, y con él a sus hijos y sus vestiduras. Así consagró a Aarón y sus vestiduras, y con él a sus hijos y sus vestiduras.

Entonces Moisés dijo a Aarón y a sus hijos: “Coced la carne a la entrada del tabernáculo de reunión. Comedla allí con el pan que está en la cesta de la investidura, como lo mandé diciendo: Aarón y sus hijos la comerán.

Lo que sobre de la carne y del pan lo quemaréis en el fuego.

No saldréis de la entrada del tabernáculo de reunión durante siete días, hasta que se cumpla el plazo de vuestra investidura, porque durante siete días se os investirá.

Lo que se ha hecho hoy es lo que Jehovah ha mandado que se haga para hacer expiación por vosotros.

A la entrada del tabernáculo de reunión estaréis día y noche durante siete días, y cumpliréis la ordenanza de Jehovah, para que no muráis; porque así me ha sido mandado.”

Aarón y sus hijos hicieron todas las cosas que Jehovah había mandado por medio de Moisés.




Los sacrificios de Aarón

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Levítico > Los sacrificios de Aarón (3:9:1 - 3:9:24)

En el octavo día Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel.

Y dijo a Aarón: “Toma para el sacrificio por el pecado un becerro del ganado, y para el holocausto, un carnero sin defecto; y ofrécelos delante de Jehovah.

Después hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Tomad un macho cabrío para el sacrificio por el pecado, y un becerro y un cordero, sin defecto, los dos de un año, para el holocausto.

Asimismo, tomad un toro y un carnero para el sacrificio de paz, que sacrificarás delante de Jehovah, y una ofrenda vegetal mezclada con aceite; porque Jehovah se aparecerá hoy a vosotros.”

Llevaron al frente del tabernáculo de reunión lo que Moisés mandó, y toda la asamblea se acercó y estuvo de pie delante de Jehovah.

Entonces Moisés dijo: “Esto es lo que ha mandado Jehovah. Hacedlo, y la gloria de Jehovah se os aparecerá.”

Moisés dijo a Aarón: “Acércate al altar y ofrece tu sacrificio por el pecado y tu holocausto, y haz expiación por ti y por el pueblo. Presenta también la ofrenda del pueblo y haz expiación por ellos, como ha mandado Jehovah.”

Entonces Aarón se acercó al altar y degolló el becerro del sacrificio por su propio pecado,

y los hijos de Aarón le llevaron la sangre. Mojó su dedo en la sangre y la puso sobre los cuernos del altar, y derramó el resto de la sangre al pie del altar.

Hizo arder sobre el altar el sebo, los riñones y el sebo del hígado de la víctima por el pecado, como Jehovah había mandado a Moisés.

Pero quemó al fuego la carne y la piel, fuera del campamento.

Asimismo, degolló la víctima del holocausto. Luego los hijos de Aarón le presentaron la sangre, y él la derramó por encima y alrededor del altar.

Después le presentaron en pedazos la víctima del holocausto, junto con la cabeza, y los hizo arder sobre el altar.

Luego lavó las vísceras y las piernas, y las hizo arder sobre el holocausto en el altar.

Ofreció también la ofrenda del pueblo. Tomó el macho cabrío para el sacrificio por el pecado del pueblo, lo degolló y lo ofreció por el pecado, como el anterior.

Después ofreció el holocausto y lo hizo de acuerdo con lo establecido.

Asimismo, presentó la ofrenda vegetal, llenando con ella su mano, y la hizo arder sobre el altar, además del holocausto de la mañana.

Degolló también el toro y el carnero como sacrificios de paz por el pueblo. Los hijos de Aarón le presentaron la sangre, y él la esparció por encima y alrededor del altar.

Asimismo, los sebos del toro y del carnero (la rabadilla, el sebo que cubre las vísceras, los riñones y el sebo del hígado);

y pusieron los sebos junto con los pechos. El hizo arder los sebos sobre el altar,

pero Aarón meció el pecho y el muslo derecho como ofrenda mecida delante de Jehovah, como Jehovah había mandado a Moisés.

Después Aarón alzó sus manos hacia el pueblo y lo bendijo. Y descendió después de ofrecer el sacrificio por el pecado, el holocausto y los sacrificios de paz.

Luego Moisés y Aarón entraron en el tabernáculo de reunión. Al salir, bendijeron al pueblo, y la gloria de Jehovah se apareció a todo el pueblo.

Entonces salió fuego de la presencia de Jehovah y consumió el holocausto y los sebos sobre el altar. Al ver esto, todo el pueblo gritó de gozo, y se postraron sobre sus rostros.




El pecado de Nadab y Abiú

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Levítico > El pecado de Nadab y Abiú (3:10:1 - 3:10:20)

Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, pusieron en ellos fuego, pusieron sobre él incienso y ofrecieron delante de Jehovah fuego extraño que él no les había mandado.

Entonces salió fuego de la presencia de Jehovah y los consumió. Y murieron delante de Jehovah.

Entonces Moisés dijo a Aarón: —Esto es lo que habló Jehovah diciendo: “Me he de mostrar como santo en los que se acercan a mí, y he de ser glorificado en presencia de todo el pueblo.” Y Aarón calló.

Luego Moisés llamó a Misael y a Elzafán, hijos de Uziel, tío de Aarón, y les dijo: —Acercaos y llevaos a vuestros hermanos de delante del santuario fuera del campamento.

Ellos se acercaron y los llevaron con sus vestiduras fuera del campamento, como dijo Moisés.

Entonces Moisés dijo a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar: —No dejéis suelto el cabello de vuestras cabezas, ni rasguéis vuestras vestiduras, para que no muráis ni haya ira sobre toda la asamblea. Pero vuestros hermanos, toda la casa de Israel, llorarán a los quemados, a quienes Jehovah quemó.

Tampoco salgáis de la entrada del tabernáculo de reunión, no sea que muráis; porque el aceite de la unción de Jehovah está sobre vosotros. Ellos hicieron conforme a la palabra de Moisés.

Entonces Jehovah habló a Aarón diciendo:

—Ni tú ni tus hijos contigo beberéis vino ni licor, cuando hayáis de entrar en el tabernáculo de reunión, para que no muráis. Esto será un estatuto perpetuo a través de vuestras generaciones,

para hacer diferencia entre lo santo y lo profano, entre lo impuro y lo puro,

y para enseñar a los hijos de Israel todas las leyes que Jehovah os ha dicho por medio de Moisés.

Moisés dijo a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar, que habían quedado: —Tomad la ofrenda vegetal que queda de las ofrendas quemadas a Jehovah, y comedla sin levadura junto al altar; porque es cosa muy sagrada.

Habéis de comerla en un lugar santo, pues esto os corresponde para siempre a ti y a tus hijos, de las ofrendas quemadas a Jehovah, porque así me ha sido mandado.

Comeréis también en un lugar limpio, tú y tus hijos y tus hijas contigo, el pecho de la ofrenda mecida y el muslo derecho de la ofrenda alzada, porque éstos os corresponden a ti y a tus hijos, de los sacrificios de paz de los hijos de Israel.

Con las ofrendas de los sebos que se han de quemar, traerán el muslo que será alzado y el pecho que será mecido, como ofrenda mecida delante de Jehovah. Estos os corresponderán para siempre a ti y a tus hijos contigo, como Jehovah ha mandado.

Después Moisés pidió con insistencia el macho cabrío para el sacrificio por el pecado, y he aquí que ya había sido quemado. El se enojó contra Eleazar e Itamar, los hijos de Aarón que habían quedado, y dijo:

—¿Por qué no comisteis la ofrenda por el pecado en un lugar santo? Es cosa muy sagrada, y él os la dio a vosotros para cargar con la culpa de la congregación, a fin de hacer expiación por ella delante de Jehovah.

Puesto que su sangre no fue llevada al interior del santuario, entonces debisteis haberla comido en un lugar santo, como yo mandé.

Aarón respondió a Moisés: —He aquí que ellos han ofrecido hoy su sacrificio por el pecado y su holocausto delante de Jehovah, y a mí me han acontecido estas cosas. Si yo hubiera comido hoy de la ofrenda por el pecado, ¿habría sido acepto a los ojos de Jehovah?

Moisés oyó esto, y le pareció bien.




Animales limpios e inmundos

Imagen Animales limpios e inmundos 1
Enviado por Suyapa Ferrari Moncada

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Levítico > Animales limpios e inmundos (3:11:1 - 3:11:47)

Jehovah habló a Moisés y a Aarón diciendo:

“Hablad a los hijos de Israel y decidles que éstos son los animales que podréis comer entre todos los cuadrúpedos de la tierra:

Podréis comer cualquier animal que tiene pezuñas partidas, hendidas en mitades, y que rumia.

Pero de los que rumian o de los que tienen la pezuña partida, no comeréis éstos: el camello, porque rumia pero no tiene la pezuña partida, será para vosotros inmundo.

El conejo, porque rumia pero no tiene la pezuña partida, será para vosotros inmundo.

La liebre, porque rumia pero no tiene la pezuña partida, será para vosotros inmunda.

El cerdo, porque tiene las pezuñas partidas, hendidas en mitades, pero no rumia, será para vosotros inmundo.

No comeréis la carne de éstos, ni tocaréis sus cuerpos muertos; serán para vosotros inmundos.

“De todos los animales acuáticos podréis comer éstos: todos los que tienen aletas y escamas, tanto de las aguas del mar como de los ríos.

Pero todos los que no tienen aletas ni escamas, tanto en el mar como en los ríos, así como cualquier otra criatura acuática y cualquier otro ser viviente que hay en el agua, serán para vosotros detestables.

Os serán detestables; no comeréis su carne y detestaréis sus cuerpos muertos.

Todos los que en las aguas no tienen aletas ni escamas serán para vosotros detestables.

“De las aves, las que detestaréis y no comeréis por ser detestables son: el águila, el quebrantahuesos, el azor,

el falcón y el milano, según sus especies;

todo cuervo según sus especies;

el avestruz, el corvejón, la gaviota y el halcón, según sus especies;

la lechuza, el somormujo, el búho,

el calamón, el pelícano, el gallinazo,

la cigüeña y la garza, según sus especies; la abubilla y el murciélago.

“Todo insecto alado que se desplaza sobre cuatro patas os será detestable.

Pero de entre todos los insectos que se desplazan sobre cuatro patas, y que tienen piernas unidas a sus patas para saltar con ellas sobre la tierra, podréis comer

los siguientes: Comeréis la langosta según sus especies, el langostín según sus especies, el grillo según sus especies y el saltamontes según sus especies.

Todo otro insecto alado de cuatro patas os será detestable.

Por ellos quedaréis impuros; cualquiera que toque sus cuerpos muertos quedará impuro hasta el anochecer.

Cualquiera que cargue algo de sus cuerpos muertos lavará su ropa y quedará impuro hasta el anochecer.

“Todo animal que tiene pezuñas no partidas, que no las tiene hendidas en mitades, o que no rumia, os será inmundo. Todo el que los toque quedará impuro.

De todos los animales que andan sobre cuatro patas os serán inmundos todos los que andan sobre sus garras. Todo el que toque sus cuerpos muertos quedará impuro hasta el anochecer.

El que cargue sus cuerpos muertos lavará su ropa y quedará impuro hasta el anochecer. Os serán inmundos.

“Entre los animales que se desplazan sobre la tierra, éstos os serán inmundos: la comadreja, el ratón y la tortuga, según sus especies;

el camaleón, el cocodrilo, el lagarto, la lagartija y el calamón.

Estos os serán inmundos de entre todos los animales que se desplazan. Todo el que los toque, estando muertos, quedará impuro hasta el anochecer.

Todo aquello sobre lo cual caiga alguno de ellos, estando muerto, quedará inmundo, sea utensilio de madera, prenda de vestir, piel, costal o herramienta de trabajo. Será metido en agua y quedará inmundo hasta el anochecer. Después quedará limpio.

Si alguno de ellos cae dentro de cualquier utensilio de barro, quedará inmundo todo lo que esté dentro de él; romperéis el utensilio.

Toda cosa que se come sobre la cual caiga tal agua quedará inmunda. Toda cosa que se bebe que esté en cualquiera de tales utensilios quedará inmunda.

Todo aquello sobre lo cual caiga algo de sus cuerpos muertos quedará inmundo. Si es horno u hornillo, será destruido. Son inmundos, y os serán inmundos.

Sin embargo, el manantial y la cisterna donde se acumula agua serán considerados limpios. Pero lo que haya tocado sus cuerpos muertos quedará inmundo.

“Si algo de sus cuerpos muertos cae sobre la semilla dispuesta para ser sembrada, ésta será considerada limpia.

Pero si se ha puesto agua en la semilla y cae algo de sus cuerpos muertos sobre ella, os será inmunda.

“Si muere algún animal cuya carne podéis comer, el que toque su cuerpo muerto quedará impuro hasta el anochecer.

El que coma de su cuerpo muerto lavará su ropa, y quedará impuro hasta el anochecer. Y el que cargue su cuerpo muerto lavará su ropa, y quedará impuro hasta el anochecer.

“Todo reptil que se desplaza sobre la tierra es detestable; no será comido.

No comeréis ningún animal que se desplaza sobre su pecho, ni ninguno que se desplaza sobre cuatro o sobre muchas patas—todo el que se desplaza sobre la tierra— porque son detestables.

No hagáis detestables vuestras personas por causa de ningún reptil. No os contaminéis con ellos, ni os hagáis impuros por causa de ellos.

Porque yo soy Jehovah vuestro Dios, vosotros os santificaréis; y seréis santos, porque yo soy santo. No contaminéis vuestras personas por causa de ningún reptil que se desplaza sobre la tierra.

Porque yo soy Jehovah, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Seréis santos, porque yo soy santo.”

Estas son las instrucciones acerca de los animales terrestres, de las aves, de todos los animales acuáticos y de todos los animales que se desplazan sobre la tierra;

para diferenciar entre lo inmundo y lo limpio, entre los animales que se pueden comer y los animales que no se pueden comer.




La purificación de la mujer después del parto

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Levítico > La purificación de la mujer después del parto (3:12:1 - 3:12:8)

Jehovah habló a Moisés diciendo:

“Habla a los hijos de Israel y diles que cuando una mujer conciba y dé a luz a un hijo varón, será considerada impura durante siete días; será impura como es impura en los días de su menstruación.

Al octavo día será circuncidado el prepucio de su hijo,

pero la mujer permanecerá treinta y tres días en la sangre de su purificación. No tocará ninguna cosa santa, ni vendrá al santuario hasta que se cumplan los días de su purificación.

“Si da a luz una hija, será considerada impura y permanecerá aislada durante dos semanas, como en el caso de su impureza. Y permanecerá sesenta y seis días en la sangre de su purificación.

“Cuando se cumplan los días de su purificación, por un hijo o por una hija, llevará al sacerdote un cordero de un año para el holocausto, y un pichón de paloma o una tórtola para el sacrificio por el pecado. Los traerá a la entrada del tabernáculo de reunión.

El sacerdote los ofrecerá delante de Jehovah y hará expiación por ella. Así quedará purificada de su flujo de sangre. Esta es la ley para la que da a luz, sea un hijo o una hija.

Pero si no tiene lo suficiente para un cordero, traerá dos tórtolas o dos pichones de paloma, el uno para el holocausto y el otro para el sacrificio por el pecado. El sacerdote hará expiación por ella, y quedará purificada.”