Para los cristianos que opinan en este foro, soy homosexual desde que me conozco con nariz, y me forme en una iglesia evangélica. Hoy vivo mi homosexualidad pero siento paz en mi alma y un deseo de hablar con mi padre muy grande, es mas cuando lo hago me da consuelo y paz. Se que El no me abandonara, El conoce mi condición, El me amara hasta el fin.
En sus manos esta el cambiar lo que no esta bien, tengo 36 años y estoy intacto en mi condicion, si esta mal lo cambiara y sino….. yo solo no puedo.
El es un Dios de amor.
Así es. Nadie experimenta en cabeza ajena, y son pocos los que se pondrían en tus zapatos. Lo importante es lo que reconoces en ti, y que reconoces a Dios. Igual que cualquier heterosexual, los homosexuales tiene las mismas inquietudes sexuales y espirituales, el dilema lo tienen las personas que no aceptan estos hechos por no saben interpretar las escrituras, pero aun peor es el trato discriminatorio y de prejuicio. No permitas que esa piedra sea tropiezo para tu vida. Bendiciones.
El problema no esta en quienes comentan, sino en quienes exponen su privacidad en un foro público.
Si no se quiere comentarios y se esta en paz consigo mismo, para que exponerse.
Por otra parte, todos tenemos secretos que están muy ocultos dentro de nosotros, que seguramente solo Dios sabe y si estamos seguros que somos perdonados y comprendidos, no necesitamos estar exponiéndolo al público.
Cuando exponemos nuestra intimidad en público, debemos estar conscientes de que recibiremos todo tipo de comentarios de los cuales muchos no serán de nuestro agrado, así somos los seres humanos, así nos hizo Dios, variopinto en el entendimiento, en eso no hay pecado. Debemos tener presente que ni siquiera los apóstoles pensaban igual.
Hechos 15:39 «y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro…»
Los testimonios son útiles.
Viendo los comentarios de este foro, me quedo totalmente impactado, que comemtarioa tan bajos e inmotales hacen algunos aqui.
que vegunza que algunos llamandose aun cristianos digan que viven una vida homosexual y todavia piensan que son salvos, me pregunto si por casualidad sabra lo.que significa «Ser Cristiano»? significa «Ser como Cristo»..
no estoy Juzgando a nadie, pero qui hay personas que dicn que hablar de la simiente de la serpiente causa morbo, pero los veo aqui hablando de homosexuales sodomitas y lo ven como normal. debe aber algo malo en la mente de ellos..
Pero com.o dice. la escritura «El perverso no conoce la verguenza» como hace fal en este foro un Josafat que extermine a todos esos homosexuales que proclaman cristianismo, que perversion.
Bienaventurados los de Limpio corazon porque ellos veran a Dios, … Hay que llamar a un Elias para que le corte la cabeza a estos sacerdotes baalmitas seguidores de balaam y su doctrina sucia de fonicacion..
Para SdeC:
[respondiendo al mensaje]
Dios te ayude…
tu comentario:»Nota, también los homosexuales tienen fe, la misma que pude tener un
heterosexual. Ambos son capaces de eso …»
Mi pregunta: ¿Como un homosexual va a tener fe en Dios si la fe viene por el oir la Palabra, la cual condena en gan manera el Homosexualismo y todavia decir que un Homosexual tiene fe? sabes que disparate dices amigo? tu crees que una persona que vive una vida homosexual pueda tener esa f santa que da Jesucristo? yo no creo eso, quiza tenga una fe mental..
No sabs ue la palabra dice en las leyes leviticas «No haya sodomita entre los hijos de israel» Deut.23:17 como pues puede tener fe si su misma vida quebtanta los mandamientos d Dios.. y la palabra no puede ser quebrantado, de otro modo la ley no fue traida para el Justo sino para los transgresores y sodomias como dijo Pablo, ¿Como puede un homosexuql tener fe y a la vez ser Justo si la Justicia es por la fe en la Palabra? ¿Puede mentir Dios? ¿Como una persona que se proclama abiertamente homosexual viviendo una vida homosexual decir que nacio de nuevo viviendo en su antigua vida? los que estan en Cristo no estan bajo la ley, porque no hay condenacion (Romanos 8) pero un homosexual proclamando aun cristianismo, simplemente muestra que esta bajo yugo, no ha sido libertado, porque Dios quien dijo que cada especie Produzca segun su Genero, no va a aceptar algo menos que eso porque el Hijo Hombre y Mujer, el uno para el otro, aqui no hay tercer sexo, la unica ma era es que se vuelva de su sucio camino y ande conforme los mandamientos de Dios teniend una esposa, espiritu , alma y cuerpo irreprensible, .. Un homosexual decir que nacio de nuevo ¿Y todavia seguir siendo homosexual? eso no es correcto…
Que ee arrepienta se vulva de ese camino sucio y vulgar, y sea libertado de ese espiritu inmundo porque Dios habita solo en el corazon del hombre, el no tiene vecinos..
Este foro me hace bien, porque puedo compartir también mis sentimientos. Mi niñez y adolescencia fueron muy lindas porque estuvieron impregnadas de las cosas de Dios. Mis recuerdos en los campamentos Cristianos…..Gracias Dios por esas preciosas oportunidades!!!
Tu mas que nadie sabes, Señor de mi alma y Amado, las veces que te pedí en oración ese abrazo anhelado que necesito de ti Señor, el cual te pido me lo des el día que me lleves contigo.
Y las noches que dormía estirando mi mano creyendo que tu la tomabas.
Si esto es contar intimidades, lo reconozco y con lagrimas en mis ojos.
Gracias una vez mas querido SedeC, porque para un homosexual nacer bajo el juicio del hombre incluso el de tus padres, te desarman en vida, y lo único que necesitamos es el amor de los hermanos en Cristo, y lo único en lo que retribuyen son unas tristes y pobres y resumidas palabras «tienes que cambiar porque no iras al cielo» a mas de uno les prestaría mis zapatos.
Por otro lado se que este foro se desvirtuó porque el versículo habla del ciervo del centurión, pero como……. pensándolo bien he visto en este foro y en MAS DE UNA IGLESIA CRISTIANA tomar versículos a su gusto desvirtuando la palabra…… creo que eso es mas grave, también estos tendrán que dar cuenta.
Algo que lei y me parecio interesante:
De la Dra. Marina Beatriz Gómez Prieto, psicóloga y médica psiquiatra. Profesora titular ordinaria de la UCA, ex directora del curso de postgrado de psicología clínica de la misma universidad. Jefa del servicio de resocialización del Hospital José T. Borda. Delegada nacional de la Asociación Internacional de Estudios Médicos Psicológicos y Religiosos con sede en Suiza.
La homosexualidad: ¿tendencia o actitud?
Los artículos acerca de la homosexualidad y la repercusión que han tenido nos motivaron a buscar un entrevista con algún profesional cristiano que pudiera hacer una aporte más, y desde otro punto de vista, a este tema tan polémico. Así, dialogamos con la Dra. Marina Gómez Prieto*:
¿Cómo podemos definir científicamente a la homosexualidad?
Como tendencia o actitud, generada por situaciones de vida o por razones congénitas. Un ejemplo simple que puede provocar esta tendencia, se da cuando los padres ofrecen una educación restrictiva en el sentido de educar al hijo o a la hija de acuerdo con el sexo que esperaban y no con el sexo que tienen. Esto hace que se vayan presentado dificultades en la identidad o en la identificación sexual, que impiden una consolidación de una orientación determinada.
Aún no se ha encontrado algún gen responsable de la homosexualidad. Por más estudios que se han hecho, no se ha detectado la causa.
En los casos de hermafroditismo -malformaciones o alteraciones de los genitales- se operan rápidamente y después siguen viviendo con el sexo biológico que les quedó sin presentar problemas en la identidad sexual. Entonces, todo lo que es genético está bajo un signo de interrogación. Se cree que, dentro de las causas fundamentales, se encuentran estas situaciones de la historia vital que fueron condicionando las actitudes, las orientaciones, las inclinaciones…
¿La persona es responsable de ser homosexual?
Uno no es responsable de tener tendencia homosexual; nadie es responsable. Y esto es lo que es necesario considerar desde el punto de vista ético y moral. De la misma manera que no soy responsable de sentir bronca contra mi hermano, esto es lo mismo, nosotros no podemos inventarnos sentimientos, ni podemos inventarnos una orientación sexual determinada. Es algo que uno siente. Como decía san Ignacio: una cosa es sentir y otra es consentir. Sentir que uno es así, pero cuando uno reacciona no quiere serlo.
Hay que hacer una gran diferenciación entre los homosexuales, sean varones o mujeres, que tienen tendencias, y los que tienen actitudes. Estos últimos son más complicados. En los primeros, si bien existe la tendencia, poseen capacidad de poder razonar y reflexionar y pensar si realmente se acepta o no. Por ejemplo, hace muchísimos años, atendí a un adolescente que quería ser sacerdote y sabía que tenía tendencias homosexuales, pero no quería aceptarlo porque consideraba que, por sus creencias, no era lo mejor para él ni para su crecimiento el tener relaciones homosexuales con quien fuere. Intentó entrar en varios seminarios pero cuando honestamente decía su problema la respuesta era: «es preferible una vida consagrada como laico». Y, de hecho, ésa fue su opción: trabajó como catequista en un colegio y en una parroquia, y, hasta que yo supe de él, seguía en lo suyo, aunque sufría por esta tendencia.
Aquí es preciso realizar una diferencia: el homosexual que sufre porque no quiere serlo el que está muy contento de ser así. En el primer caso, es lo que se llamaría, según la clasificación de las enfermedades mentales, la homosexualidad ego distónica, o sea, el homosexual que se siente mal por las tendencias que tiene. En esta clasificación, en las enfermedades mentales, solamente esa parte es considerada trastorno o enfermedad; el otro, el que es homosexual y no tiene problema en decirlo, es llamado ego sintónico, es aquél que vive de acuerdo con sus tendencias, ése no está enfermo.
Éstas son las líneas que se manejan actualmente en la psiquiatría y en la sicopatología. Aunque hay algunos autores que critican esta postura diciendo que, en realidad, el término homosexual salió de los mismos psiquiatras y, entonces, era y es considerado una enfermedad, a mi entender, siempre se trata de una perturbación.
En el 2003, estuve en un Congreso, en Granada, de la Asociación Internacional de Estudios Médicos Psicológicos y Religiosos de la cual formo parte, el AIEMPR (La Asociación Internacional de Estudios Médico-Psicológicos y Religiosos es una asociación con sede en Suiza. Tiene por objetivo promover la investigación y la reflexión en los campos comunes a la medicina, la psicología, las demás ciencias humanas y las ciencias religiosas, organizando encuentros periódicos entre especialistas en estas disciplinas); el tema tratado fue Religiosidad y Género. Una de las mesas estaba compuesta por un travestí, una mujer lesbiana y un señor homosexual que había sido capitán del ejército y que había escrito un libro sobre su vida, que, en ese momento, era un best-seller. Cada uno dio su testimonio.
Este señor me preguntaba si yo creía que la homosexualidad era una enfermedad, porque él se sentía muy bien con lo que le pasaba, lo superó gracias a una terapia, y se consideraba normal y sano. Le dije que podría ser una desviación, podría ser una inmadurez, podría ser un trastorno.
¿Algunos dicen que la homosexualidad no existe?
Son los que consideran (esto siempre desde el punto de vista científico) que la homosexualidad es simplemente un síntoma. Yo me inclino bastante a pensar en esto, un síntoma inespecífico, como la fiebre que también es un síntoma inespecífico. Nos remite a buscar otras causas. En algunos aspectos, la homosexualidad es así, nos está diciendo que algo no está funcionando bien porque sino, naturalmente, esa persona habría tomado por el camino de la heterosexualidad. Por algo hay diferencias anatómicas, morfológicas, fisiológicas y en todos los planos. Y el tema no es pelearse unos con otros porque Dios nos creó varones y mujeres.
Si la homosexualidad puede ser una inmadurez, cuando un heterosexual se casa, y, luego de un tiempo, busca una relación homosexual, ¿significa que se ha desarrollado una inmadurez sexual?
Yo creo que las personas tenemos características y una personalidad dinámica, momentos en que estamos bien, momentos en que estamos en crisis, que salimos de las crisis, momentos en que crecemos, momentos en que nos deprimimos…
Si una persona se casa y después se da cuenta de que es homosexual, esto remite a algo anterior. Hoy en día, la gente se casa porque se casa, no hay argumentos serios realmente para casarse, incluso en los casamientos eclesiásticos, donde uno ve que una pareja no va «a aguantar» más de tres años, ya que se va a separar; y uno, por más que intente decirles que reflexionen, no para que no se casen, sino, para que mejoren el vínculo, no lo consigue.
¿Por qué dice que es como un síntoma como la fiebre y no una patología?
Porque hay muchas patologías graves que incluyen como síntoma la homosexualidad. Ése es el asunto. La falta de consolidación de la identidad sexual es un cuadro patológico muy frecuente.
En la adolescencia, es común que haya contactos homosexuales, como lo confirma el informe 15, que se realizó en la década del ’60 en los Estados Unidos, sobre los contactos homosexuales. Pero no todos los que habían ejecutado actos homosexuales habían terminado siendo homosexuales. Esa es la gran diferencia; un 4% de los que habían tenido contactos fueron después homosexuales, lo cual no dice nada, debido a que el nivel de contacto era de alrededor del 60%; una diferencia muy significativa.
Entonces, hay momentos evolutivos en que esto se puede dar. Son momentos de inmadurez propios del crecimiento. Ya lo decía Freud que, por lo menos, la homosexualidad es una inmadurez psicológica.
Hay patologías concretas en las cuales la homosexualidad es un síntoma, como la drogodependencia que se da, en determinadas patologías, como un síntoma. Y no es lo mismo una conducta homosexual en un adolescente que está creciendo, que en un esquizofrénico.
Hoy, la mayor parte de los jóvenes tiene características de una patología que es muy frecuente: el trastorno borderline o límite de la personalidad; un «yo» frágil, fragmentado, impulsividad, no poder mantener vínculos estables. Es algo que provoca, por ejemplo, promiscuidad sexual, ya sea con el mismo sexo, sexo contrario, la venta del sexo, problemas con menores, y todo tipo de perversiones.
Esas perversiones están condenadas por el Código. Por ejemplo, la pederastia es una condena de tipo penal y no civil. Otras no, porque nuestra legislación dice que aquellas acciones privadas de los hombres no pueden ser juzgadas por la ley mientras no se den a conocer, pero, cuando pasan el nivel de perversión, si son juzgadas.
Hay trastornos psicopatológicos en los cuales la homosexualidad es un síntoma. Modificado el trastorno, entonces, el síntoma disminuye o desaparece. Pero hay gente que quiere ser tratada y otras que no. Nosotros podemos ayudar a los que quieren solucionar aquello que les pasa, y ése es nuestro gran límite.
Es nuestro derecho explicarle también que si yo pienso otra cosa, no puedo ayudarte; con honestidad, con rectitud y sinceridad. O sea, te acompaño, te comprendo y sé lo que te pasa, pero es algo que no entiendo.
Ahora bien, según sostienen los psicoanalistas de muchos años, no es lo mismo el tratamiento de los homosexuales o lesbianas con contactos genitales que sin ellos. En este segundo caso es más difícil, pero no imposible, porque yo he conocido, por ejemplo, en otro plano de cosas, religiosas que habían sido prostitutas y salieron de la prostitución e ingresaron en una congregación.
En el plano de lo moral y de lo ético, el magisterio de la Iglesia (por ejemplo en Veritatis Esplendor), dice que tenemos que ser muy misericordiosos y, al homosexual, acogerlo como persona, como persona a la cual le pasa algo, o que nos viene a pedir ayuda. Hay que tener en cuenta que por algo se acerca, y lo primero que esperan de la Iglesia, como Madre, es que los acoja.
El asunto es cómo. Hay sacerdotes que están acompañando a grupos homosexuales, y otros que tienen su página Web, que son homosexuales, y que los ayudan. Lo que se proponen es aceptarlos como son, porque, en general, los que buscan protección en la Iglesia no son los que están haciendo bochinche pidiendo que se les reconozcan derechos (por ejemplo, la marcha gay), que es como una provocación.
Nosotros podemos ayudar, especialmente, a aquéllos que están en búsqueda de su propia identidad y no saben qué hacer; se puede trabajar desde el punto de vista psicoterapéutico y ético o de acompañamiento moral y pastoral.
La persona que llegó a ser homosexual no siempre tiene la responsabilidad de haber llegado a serlo. Además, sabemos que, para que haya una falta grave, una de las condiciones que debe existir es la libertad en el acto, la materia grave y el deseo de ofender al otro. Si no hay libertad, o está disminuida o condicionada, no podemos hablar de falta grave. Si una persona está enferma, necesita tratamiento, pero no es responsable. Por eso, yo insisto en que tenemos que ser muy caritativos con este grupo de gente angustiada, preocupada, con deseo de salir y seguir adelante.
En la medida en que la persona pueda aceptar primeramente su condición, su orientación, sus tendencias, se aflojará el juicio, lo moral, lo ético y, entonces, si realmente tienen voluntad, podrá seguir adelante.
Lo importante es la capacidad que tiene la persona de encausar sus tendencias en lo que respecta a la sexualidad. Si esa persona es capaz de encausar sus tendencias sexuales y vivir en castidad, puede ser religioso, sacerdote, consagrado o lo que fuere, si la persona no tiene esta capacidad de poder encauzar toda su vida sexual genital, así sea heterosexual, tampoco puede vivir el celibato.
En sus manos esta el cambiar lo que no esta bien, tengo 36 años y estoy intacto en mi condicion, si esta mal lo cambiara y sino….. yo solo no puedo.
El es un Dios de amor.
Si no se quiere comentarios y se esta en paz consigo mismo, para que exponerse.
Por otra parte, todos tenemos secretos que están muy ocultos dentro de nosotros, que seguramente solo Dios sabe y si estamos seguros que somos perdonados y comprendidos, no necesitamos estar exponiéndolo al público.
Hechos 15:39 «y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro…»
que vegunza que algunos llamandose aun cristianos digan que viven una vida homosexual y todavia piensan que son salvos, me pregunto si por casualidad sabra lo.que significa «Ser Cristiano»? significa «Ser como Cristo»..
no estoy Juzgando a nadie, pero qui hay personas que dicn que hablar de la simiente de la serpiente causa morbo, pero los veo aqui hablando de homosexuales sodomitas y lo ven como normal. debe aber algo malo en la mente de ellos..
Pero com.o dice. la escritura «El perverso no conoce la verguenza» como hace fal en este foro un Josafat que extermine a todos esos homosexuales que proclaman cristianismo, que perversion.
Bienaventurados los de Limpio corazon porque ellos veran a Dios, … Hay que llamar a un Elias para que le corte la cabeza a estos sacerdotes baalmitas seguidores de balaam y su doctrina sucia de fonicacion..
[respondiendo al mensaje]
Dios te ayude…
tu comentario:»Nota, también los homosexuales tienen fe, la misma que pude tener un
heterosexual. Ambos son capaces de eso …»
Mi pregunta: ¿Como un homosexual va a tener fe en Dios si la fe viene por el oir la Palabra, la cual condena en gan manera el Homosexualismo y todavia decir que un Homosexual tiene fe? sabes que disparate dices amigo? tu crees que una persona que vive una vida homosexual pueda tener esa f santa que da Jesucristo? yo no creo eso, quiza tenga una fe mental..
No sabs ue la palabra dice en las leyes leviticas «No haya sodomita entre los hijos de israel» Deut.23:17 como pues puede tener fe si su misma vida quebtanta los mandamientos d Dios.. y la palabra no puede ser quebrantado, de otro modo la ley no fue traida para el Justo sino para los transgresores y sodomias como dijo Pablo, ¿Como puede un homosexuql tener fe y a la vez ser Justo si la Justicia es por la fe en la Palabra? ¿Puede mentir Dios? ¿Como una persona que se proclama abiertamente homosexual viviendo una vida homosexual decir que nacio de nuevo viviendo en su antigua vida? los que estan en Cristo no estan bajo la ley, porque no hay condenacion (Romanos 8) pero un homosexual proclamando aun cristianismo, simplemente muestra que esta bajo yugo, no ha sido libertado, porque Dios quien dijo que cada especie Produzca segun su Genero, no va a aceptar algo menos que eso porque el Hijo Hombre y Mujer, el uno para el otro, aqui no hay tercer sexo, la unica ma era es que se vuelva de su sucio camino y ande conforme los mandamientos de Dios teniend una esposa, espiritu , alma y cuerpo irreprensible, .. Un homosexual decir que nacio de nuevo ¿Y todavia seguir siendo homosexual? eso no es correcto…
Que ee arrepienta se vulva de ese camino sucio y vulgar, y sea libertado de ese espiritu inmundo porque Dios habita solo en el corazon del hombre, el no tiene vecinos..
Tu mas que nadie sabes, Señor de mi alma y Amado, las veces que te pedí en oración ese abrazo anhelado que necesito de ti Señor, el cual te pido me lo des el día que me lleves contigo.
Y las noches que dormía estirando mi mano creyendo que tu la tomabas.
Si esto es contar intimidades, lo reconozco y con lagrimas en mis ojos.
Por otro lado se que este foro se desvirtuó porque el versículo habla del ciervo del centurión, pero como……. pensándolo bien he visto en este foro y en MAS DE UNA IGLESIA CRISTIANA tomar versículos a su gusto desvirtuando la palabra…… creo que eso es mas grave, también estos tendrán que dar cuenta.
De la Dra. Marina Beatriz Gómez Prieto, psicóloga y médica psiquiatra. Profesora titular ordinaria de la UCA, ex directora del curso de postgrado de psicología clínica de la misma universidad. Jefa del servicio de resocialización del Hospital José T. Borda. Delegada nacional de la Asociación Internacional de Estudios Médicos Psicológicos y Religiosos con sede en Suiza.
La homosexualidad: ¿tendencia o actitud?
Los artículos acerca de la homosexualidad y la repercusión que han tenido nos motivaron a buscar un entrevista con algún profesional cristiano que pudiera hacer una aporte más, y desde otro punto de vista, a este tema tan polémico. Así, dialogamos con la Dra. Marina Gómez Prieto*:
¿Cómo podemos definir científicamente a la homosexualidad?
Como tendencia o actitud, generada por situaciones de vida o por razones congénitas. Un ejemplo simple que puede provocar esta tendencia, se da cuando los padres ofrecen una educación restrictiva en el sentido de educar al hijo o a la hija de acuerdo con el sexo que esperaban y no con el sexo que tienen. Esto hace que se vayan presentado dificultades en la identidad o en la identificación sexual, que impiden una consolidación de una orientación determinada.
Aún no se ha encontrado algún gen responsable de la homosexualidad. Por más estudios que se han hecho, no se ha detectado la causa.
En los casos de hermafroditismo -malformaciones o alteraciones de los genitales- se operan rápidamente y después siguen viviendo con el sexo biológico que les quedó sin presentar problemas en la identidad sexual. Entonces, todo lo que es genético está bajo un signo de interrogación. Se cree que, dentro de las causas fundamentales, se encuentran estas situaciones de la historia vital que fueron condicionando las actitudes, las orientaciones, las inclinaciones…
¿La persona es responsable de ser homosexual?
Uno no es responsable de tener tendencia homosexual; nadie es responsable. Y esto es lo que es necesario considerar desde el punto de vista ético y moral. De la misma manera que no soy responsable de sentir bronca contra mi hermano, esto es lo mismo, nosotros no podemos inventarnos sentimientos, ni podemos inventarnos una orientación sexual determinada. Es algo que uno siente. Como decía san Ignacio: una cosa es sentir y otra es consentir. Sentir que uno es así, pero cuando uno reacciona no quiere serlo.
Hay que hacer una gran diferenciación entre los homosexuales, sean varones o mujeres, que tienen tendencias, y los que tienen actitudes. Estos últimos son más complicados. En los primeros, si bien existe la tendencia, poseen capacidad de poder razonar y reflexionar y pensar si realmente se acepta o no. Por ejemplo, hace muchísimos años, atendí a un adolescente que quería ser sacerdote y sabía que tenía tendencias homosexuales, pero no quería aceptarlo porque consideraba que, por sus creencias, no era lo mejor para él ni para su crecimiento el tener relaciones homosexuales con quien fuere. Intentó entrar en varios seminarios pero cuando honestamente decía su problema la respuesta era: «es preferible una vida consagrada como laico». Y, de hecho, ésa fue su opción: trabajó como catequista en un colegio y en una parroquia, y, hasta que yo supe de él, seguía en lo suyo, aunque sufría por esta tendencia.
Aquí es preciso realizar una diferencia: el homosexual que sufre porque no quiere serlo el que está muy contento de ser así. En el primer caso, es lo que se llamaría, según la clasificación de las enfermedades mentales, la homosexualidad ego distónica, o sea, el homosexual que se siente mal por las tendencias que tiene. En esta clasificación, en las enfermedades mentales, solamente esa parte es considerada trastorno o enfermedad; el otro, el que es homosexual y no tiene problema en decirlo, es llamado ego sintónico, es aquél que vive de acuerdo con sus tendencias, ése no está enfermo.
Éstas son las líneas que se manejan actualmente en la psiquiatría y en la sicopatología. Aunque hay algunos autores que critican esta postura diciendo que, en realidad, el término homosexual salió de los mismos psiquiatras y, entonces, era y es considerado una enfermedad, a mi entender, siempre se trata de una perturbación.
En el 2003, estuve en un Congreso, en Granada, de la Asociación Internacional de Estudios Médicos Psicológicos y Religiosos de la cual formo parte, el AIEMPR (La Asociación Internacional de Estudios Médico-Psicológicos y Religiosos es una asociación con sede en Suiza. Tiene por objetivo promover la investigación y la reflexión en los campos comunes a la medicina, la psicología, las demás ciencias humanas y las ciencias religiosas, organizando encuentros periódicos entre especialistas en estas disciplinas); el tema tratado fue Religiosidad y Género. Una de las mesas estaba compuesta por un travestí, una mujer lesbiana y un señor homosexual que había sido capitán del ejército y que había escrito un libro sobre su vida, que, en ese momento, era un best-seller. Cada uno dio su testimonio.
Este señor me preguntaba si yo creía que la homosexualidad era una enfermedad, porque él se sentía muy bien con lo que le pasaba, lo superó gracias a una terapia, y se consideraba normal y sano. Le dije que podría ser una desviación, podría ser una inmadurez, podría ser un trastorno.
¿Algunos dicen que la homosexualidad no existe?
Son los que consideran (esto siempre desde el punto de vista científico) que la homosexualidad es simplemente un síntoma. Yo me inclino bastante a pensar en esto, un síntoma inespecífico, como la fiebre que también es un síntoma inespecífico. Nos remite a buscar otras causas. En algunos aspectos, la homosexualidad es así, nos está diciendo que algo no está funcionando bien porque sino, naturalmente, esa persona habría tomado por el camino de la heterosexualidad. Por algo hay diferencias anatómicas, morfológicas, fisiológicas y en todos los planos. Y el tema no es pelearse unos con otros porque Dios nos creó varones y mujeres.
Si la homosexualidad puede ser una inmadurez, cuando un heterosexual se casa, y, luego de un tiempo, busca una relación homosexual, ¿significa que se ha desarrollado una inmadurez sexual?
Yo creo que las personas tenemos características y una personalidad dinámica, momentos en que estamos bien, momentos en que estamos en crisis, que salimos de las crisis, momentos en que crecemos, momentos en que nos deprimimos…
Si una persona se casa y después se da cuenta de que es homosexual, esto remite a algo anterior. Hoy en día, la gente se casa porque se casa, no hay argumentos serios realmente para casarse, incluso en los casamientos eclesiásticos, donde uno ve que una pareja no va «a aguantar» más de tres años, ya que se va a separar; y uno, por más que intente decirles que reflexionen, no para que no se casen, sino, para que mejoren el vínculo, no lo consigue.
¿Por qué dice que es como un síntoma como la fiebre y no una patología?
Porque hay muchas patologías graves que incluyen como síntoma la homosexualidad. Ése es el asunto. La falta de consolidación de la identidad sexual es un cuadro patológico muy frecuente.
En la adolescencia, es común que haya contactos homosexuales, como lo confirma el informe 15, que se realizó en la década del ’60 en los Estados Unidos, sobre los contactos homosexuales. Pero no todos los que habían ejecutado actos homosexuales habían terminado siendo homosexuales. Esa es la gran diferencia; un 4% de los que habían tenido contactos fueron después homosexuales, lo cual no dice nada, debido a que el nivel de contacto era de alrededor del 60%; una diferencia muy significativa.
Entonces, hay momentos evolutivos en que esto se puede dar. Son momentos de inmadurez propios del crecimiento. Ya lo decía Freud que, por lo menos, la homosexualidad es una inmadurez psicológica.
Hay patologías concretas en las cuales la homosexualidad es un síntoma, como la drogodependencia que se da, en determinadas patologías, como un síntoma. Y no es lo mismo una conducta homosexual en un adolescente que está creciendo, que en un esquizofrénico.
Hoy, la mayor parte de los jóvenes tiene características de una patología que es muy frecuente: el trastorno borderline o límite de la personalidad; un «yo» frágil, fragmentado, impulsividad, no poder mantener vínculos estables. Es algo que provoca, por ejemplo, promiscuidad sexual, ya sea con el mismo sexo, sexo contrario, la venta del sexo, problemas con menores, y todo tipo de perversiones.
Esas perversiones están condenadas por el Código. Por ejemplo, la pederastia es una condena de tipo penal y no civil. Otras no, porque nuestra legislación dice que aquellas acciones privadas de los hombres no pueden ser juzgadas por la ley mientras no se den a conocer, pero, cuando pasan el nivel de perversión, si son juzgadas.
Hay trastornos psicopatológicos en los cuales la homosexualidad es un síntoma. Modificado el trastorno, entonces, el síntoma disminuye o desaparece. Pero hay gente que quiere ser tratada y otras que no. Nosotros podemos ayudar a los que quieren solucionar aquello que les pasa, y ése es nuestro gran límite.
Es nuestro derecho explicarle también que si yo pienso otra cosa, no puedo ayudarte; con honestidad, con rectitud y sinceridad. O sea, te acompaño, te comprendo y sé lo que te pasa, pero es algo que no entiendo.
Ahora bien, según sostienen los psicoanalistas de muchos años, no es lo mismo el tratamiento de los homosexuales o lesbianas con contactos genitales que sin ellos. En este segundo caso es más difícil, pero no imposible, porque yo he conocido, por ejemplo, en otro plano de cosas, religiosas que habían sido prostitutas y salieron de la prostitución e ingresaron en una congregación.
En el plano de lo moral y de lo ético, el magisterio de la Iglesia (por ejemplo en Veritatis Esplendor), dice que tenemos que ser muy misericordiosos y, al homosexual, acogerlo como persona, como persona a la cual le pasa algo, o que nos viene a pedir ayuda. Hay que tener en cuenta que por algo se acerca, y lo primero que esperan de la Iglesia, como Madre, es que los acoja.
El asunto es cómo. Hay sacerdotes que están acompañando a grupos homosexuales, y otros que tienen su página Web, que son homosexuales, y que los ayudan. Lo que se proponen es aceptarlos como son, porque, en general, los que buscan protección en la Iglesia no son los que están haciendo bochinche pidiendo que se les reconozcan derechos (por ejemplo, la marcha gay), que es como una provocación.
Nosotros podemos ayudar, especialmente, a aquéllos que están en búsqueda de su propia identidad y no saben qué hacer; se puede trabajar desde el punto de vista psicoterapéutico y ético o de acompañamiento moral y pastoral.
La persona que llegó a ser homosexual no siempre tiene la responsabilidad de haber llegado a serlo. Además, sabemos que, para que haya una falta grave, una de las condiciones que debe existir es la libertad en el acto, la materia grave y el deseo de ofender al otro. Si no hay libertad, o está disminuida o condicionada, no podemos hablar de falta grave. Si una persona está enferma, necesita tratamiento, pero no es responsable. Por eso, yo insisto en que tenemos que ser muy caritativos con este grupo de gente angustiada, preocupada, con deseo de salir y seguir adelante.
En la medida en que la persona pueda aceptar primeramente su condición, su orientación, sus tendencias, se aflojará el juicio, lo moral, lo ético y, entonces, si realmente tienen voluntad, podrá seguir adelante.
Lo importante es la capacidad que tiene la persona de encausar sus tendencias en lo que respecta a la sexualidad. Si esa persona es capaz de encausar sus tendencias sexuales y vivir en castidad, puede ser religioso, sacerdote, consagrado o lo que fuere, si la persona no tiene esta capacidad de poder encauzar toda su vida sexual genital, así sea heterosexual, tampoco puede vivir el celibato.