San Lucas

El niño Jesús en el templo

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Enviado por jenny

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Lucas > El niño Jesús en el templo (42:2:41 - 42:2:52)

Iban sus padres todos los años a Jerusalén, para la fiesta de la Pascua.

Cuando cumplió doce años, subieron ellos a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta.

Una vez acabados los días de la fiesta, mientras ellos volvían, el niño Jesús se quedó en Jerusalén; y sus padres no lo supieron.

Suponiendo que él estaba en la caravana, fueron un día de camino y le buscaban entre los parientes y los conocidos.

Como no le encontraron, volvieron a Jerusalén buscándole.

Aconteció que después de tres días, le encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándoles y haciéndoles preguntas.

Todos los que le oían se asombraban de su entendimiento y de sus respuestas.

Cuando le vieron, se maravillaron, y su madre le dijo: —Hijo, ¿por qué has hecho así con nosotros? He aquí, tu padre y yo te buscábamos con angustia.

Entonces él les dijo: —¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los asuntos de mi Padre me es necesario estar?

Pero ellos no entendieron el dicho que les habló.

Descendió con ellos y fue a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.

Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.

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Predicación de Juan el Bautista

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Lucas > Predicación de Juan el Bautista (42:3:1 - 42:3:20)

En el año quince del gobierno de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Felipe tetrarca de las regiones de Iturea y de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia;

en tiempo de los sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan hijo de Zacarías, en el desierto.

Entonces él anduvo por toda la región alrededor del Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados,

como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que proclama en el desierto: “Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas.

Todo valle será rellenado, y toda montaña y colina serán rebajadas. Los senderos torcidos serán enderezados; y los caminos ásperos, allanados;

y toda carne verá la salvación de Dios.”

Juan, pues, decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: —¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?

Producid, pues, fruto digno de arrepentimiento y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: “A Abraham tenemos por padre.” Porque os digo que aun de estas piedras Dios puede levantar hijos a Abraham.

También el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles. Por lo tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.

Las multitudes le preguntaban diciendo: —Pues, ¿qué haremos?

Respondiendo les decía: —El que tiene dos túnicas dé al que no tiene, y el que tiene comida haga lo mismo.

También fueron unos publicanos para ser bautizados y le preguntaron: —Maestro, ¿qué haremos?

El les decía: —No cobréis más de lo que os está ordenado.

También unos soldados le preguntaban diciendo: —Y nosotros, ¿qué haremos? El les dijo: —No hagáis extorsión ni denunciéis falsamente a nadie, y contentaos con vuestros salarios.

Como el pueblo estaba a la expectativa, y todos especulaban en sus corazones si acaso Juan sería el Cristo,

Juan respondió a todos, diciendo: —Yo, a la verdad, os bautizo en agua. Pero viene el que es más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado. El os bautizará en el Espíritu Santo y fuego.

Su aventador está en su mano para limpiar su era y juntar el trigo en su granero, pero quemará la paja en el fuego que nunca se apagará.

Así que, exhortando con estas y otras muchas cosas, anunciaba las buenas nuevas al pueblo.

Pero el tetrarca Herodes, cuando fue reprendido por Juan respecto de Herodía, la mujer de su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho,

añadió a todo también esto: Encerró a Juan en la cárcel.

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El bautismo de Jesús

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Lucas > El bautismo de Jesús (42:3:21 - 42:3:22)

Aconteció que, en el tiempo en que todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado. Y mientras oraba, el cielo fue abierto,

y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma corporal, como paloma. Luego vino una voz del cielo: “Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.”

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Genealogía de Jesús

Imagen Genealogía de Jesús 1

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Lucas > Genealogía de Jesús (42:3:23 - 42:3:38)

Al comenzar su ministerio, Jesús tenía como treinta años. El era (según se creía) hijo de José,

hijo de Elí, hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melqui, hijo de Jana, hijo de José,

hijo de Matatías, hijo de Amós, hijo de Nahum, hijo de Esli,

hijo de Nagai, hijo de Maat, hijo de Matatías, hijo de Semei, hijo de José, hijo de Judá,

hijo de Joanán, hijo de Resa, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel,

hijo de Neri, hijo de Melqui, hijo de Adi, hijo de Cosam, hijo de Elmodam, hijo de Er,

hijo de Josué, hijo de Eliezer, hijo de Jorim, hijo de Matat,

hijo de Leví, hijo de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonán, hijo de Eliaquim,

hijo de Melea, hijo de Mainán, hijo de Matata, hijo de Natán,

hijo de David, hijo de Isaí, hijo de Obed, hijo de Boaz, hijo de Salá, hijo de Najsón,

hijo de Aminadab, hijo de Admín, hijo de Arní, hijo de Hesrón, hijo de Fares, hijo de Judá,

hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham, hijo de Taré,

hijo de Nacor, hijo de Serug, hijo de Ragau, hijo de Peleg, hijo de Heber, hijo de Sélaj,

hijo de Cainán, hijo de Arfaxad, hijo de Sem, hijo de Noé,

hijo de Lamec, hijo de Matusalén, hijo de Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalaleel, hijo de Cainán,

hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios.

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Tentación de Jesús

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Lucas > Tentación de Jesús (42:4:1 - 42:4:13)

Entonces Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto,

por cuarenta días, y era tentado por el diablo. No comió nada en aquellos días; y cuando fueron cumplidos, tuvo hambre.

Entonces el diablo le dijo: —Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se haga pan.

Jesús le respondió: —Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre.

Al llevarle a una altura, le mostró todos los reinos de la tierra en un momento.

Y el diablo le dijo: —A ti te daré toda autoridad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y la doy a quien yo quiero.

Por esto, si tú me adoras, todo será tuyo.

Respondiendo Jesús, le dijo: —Escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.

Y le llevó a Jerusalén y le puso de pie sobre el pináculo del templo, y le dijo: —Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo.

Porque escrito está: A sus ángeles dará órdenes acerca de ti para que te guarden,

y en sus manos te llevarán, de modo que nunca tropieces con tu pie en piedra.

Respondiendo Jesús le dijo: —Dicho está: No pondrás a prueba al Señor tu Dios.

Cuando el diablo acabó toda tentación, se apartó de él por algún tiempo.

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