346 comentarios

  1. Para Luis Martinez:

    Yo, creo, que DIOS ES DIOS y que los dos testigos, creo yo que salen de la diaspora, de algun pueblo, del mundo. Que estaran en un lado y en otro es decir en un emisferio y en otro, y que moriran si en Jerusalen; que su mision sera, atormentar, para pagar por los pecados, y no dejar que se marquen, creo yo que sera el exterminio atravez de las, plagas, la sequia, la sed, y el fuejo, mientras el servicio sea mas eficiente, mas gente se salvara. DIOS LES BENDIGA HERMANOS

  2. Mi hermano Sixto Sanchez hay aquellos que sostienen el punto de vista de que éstos serán hombres que vivieron previamente sostienen que uno de los dos testigos será Elías. Hay varias bases sobre las cuales descansa este punto. (1) Fue predicho en Malaquías 3:1-3; Malaquías 4:5-6 que Elías vendrá antes de la segunda venida, para preparar el camino al Mesías. (2) Elías no experimentó la muerte física (2 Reyes 2:9-11); así podría regresar y experimentar la muerte como sucede con los testigos. (3) Los testigos tienen la misma señal que le fue dada a Elías con respecto a la lluvia, (1 Reyes 17:1; Apocalípsis 11:6). (4) El periodo de sequía del tiempo de Elías (1 Reyes 17:1) fue de la misma duración del tiempo del ministerio de los testigos (Apocalípsis 11:3). (5) Elias fue uno de los dos que apareciern en la trasnfiguración (Mateo 17:3) y habló de aquello que todo testigo señalaría: «su muerte».

    Muchos de los que identifican a Elías como uno de los testigos, identifican al segundo como Moisés. Se dan varias razones para sostener esta interpretación. (1) Moisés apareció con Elías en la transfiguración (Mateo 17:3), cuando se habló de la muerte de Cristo. (2) El ministerio de Moisés de convertir las aguas en sangre (Éxodo 7:19-20) es el mismo de los testigos (Apocalípsis 11:6). (3) Deuteronomio 18:15-19 requiere la reaparición de Moisés. (4) El cuerpo de Moisés fue preservado por Dios, de manera que él pueda ser restaurado (Deuteronomio 34:5-6; Judas 9). De esa manera la ley (Moisés) y los profetas (Elías) se unirán para testificar de Cristo durante el anuncio de la venida del Rey.

    El cuerpo de Moisés en la transfiguración, no era su cuerpo resucitado, por cuanto Cristo es las primicias de la resurrección (1 Corintios 15:20, 23), ni un cuerpo inmortal; de manera que no se puede sostener, en base a Judas 9, que el cuerpo de Moisés fue preservado para que pueda regresar a morir.

    Otros, mi hermano, identifican a uno de los dos testigos como Elías, identifican al segundo como Enoc. Se dan varias razones para sostener esto. (1) Enoc fue traspuesto para no ver muerte (Génesis 5:24), (2) Tanto Elías como Enoc habrían sido vestidos de inmortalidad (1 Corintios 15:53) en el momento de su traslación, pero Cristo es el único que tiene ahora inmortalidad (1 Timoteo 6:16). Por lo tanto estos dos fueron preservados sin experimentar inmortalidad para que pudiesen regresar a morir. (3) Enoc fue un profeta de juicio, como lo fue Elias (Judas 14-15) y esto corresponde con el ministerio de los dos testigos, por cuanto ellos profetizan con la señal de juicio (Apocalípsis 11:3). (4) En Apocalípsis 11:4, las palabras «en pie» sugieren que ya ellos estaban allí en los días de Juan, en una forma metafórica y que tienen que ser dos personas que ya han sido trasladadas. Por tanto, se sostiene, que sólo Elías y Enóc podrían llenar estos requisitos.

    Los testigos tienen cuerpos mortales, y están sujetos a la muerte. Elías y Moisés, en el monte de la transfiguración, evidentemente no tenían cuerpos mortales, por cuanto «aparecieron rodeados de gloria» (Lucas 9:31).

    De modo que hay varias opiniones referente a estos dos testigos, mi hermano. No se sabe exactamente quienes serán. Yo aquí di mi opinión de quienes serán, pero es muy posible que haya otras opiniones, que serían muy bien recibidas. De esto se trata, de exponer nuestras opiniones al respecto.

    Bendiciones mi hermano

  3. Muy respetable Sr. Joe F. Rocha.

    Con gran aprecio de mi parte me dirijo a usted de manera muy respetuosa.

    Pude leer su atenta del del 20 de enero de las 18:18 hrs., y pude notar lo respetable que es usted al atender a las personas con quien usted se dirige. Eso es muy valioso, pues cuando de comunicarse con los demas se trata. Y se espera que el hombre de Dios esté […] …’capacitado para enseñar’ (1Tim. 3:2), y esté listo para dar una respuesta a todo aquel que la solicite; instruyendo con apasibiliad, (…)…»que maneja la Palabra de la verdad correctamente» (2Tim. 2:15 Y yo, en lo personal, puedo notar en usted su deseo de brindar ayuda a su semejante y con eso agradar a Dios. Por ello le deseo que usted siga indagando en los secretos sagrados del Todopoderoso hasta conocer la altura, la anchura y longitud y la profundidad del propósito divino de Dios (Efe. 3:18).

    Referente al interesante tema de «los dos Testigos» de Revelación 11:3 (Apocalípsis), del que usted hace mención con gran maestría y entusiasmo, me permito hacer algunos comentarios al respecto, desde luego con todo el respeto que usted me merece y sin esperar que usted comulgue con mi opinión, pues soy abierto a diferentes propuestas.

    Es importante entender que los números (1,2,3,4,5, etc., etc.) en la Biblia muchas veces tienen un significado meramente simbólico, especialmente si nos referimos al libro inspirado de Apocalípsis o Revelación, Vea usted, por favor:

    Números simbólicos en Revelación

    Número — Significado simbólico

    2 Significa confirmación sólida de un asunto.

    (Revelación 11:3, 4; compárese con Deuteronomio 17:6.)

    3 Denota énfasis. También indica intensidad.

    (Revelación 4:8; 8:13; 16:13, 19)

    4 Significa universalidad o simetría que cuadra o está

    completa. (Revelación 4:6; 7:1, 2; 9:14; 20:8; 21:16)

    6 Significa imperfección, algo que no es normal, que es

    monstruoso. (Revelación 13:18; compárese con

    2 Samuel 21:20.)

    7 Significa lo que está completo por determinación

    divina, sea que se refiera a los propósitos de Jehová

    o a los de Satanás. (Revelación 1:4, 12, 16; 4:5;

    5:1, 6; 10:3, 4; 12:3)

    10 Significa totalidad o lo completo en sentido físico,

    en cuanto a cosas de la Tierra.

    (Revelación 2:10; 12:3; 13:1; 17:3, 12, 16)

    12 Significa una organización constituida divinamente,

    sea en los cielos o en la Tierra.

    (Revelación 7:5-8; 12:1; 21:12, 16; 22:2)

    24 Significa el arreglo de organización abundante (hecho

    el doble) de Jehová. (Revelación 4:4)

    Algunos números mencionados en Revelación deben tomarse en sentido literal. Con frecuencia el contexto ayuda a determinar esto. (Véanse Revelación 7:4, 9; 11:2, 3; 12:6, 14; 17:3, 9-11; 20:3-5.)

    Los dos testigos:

    Esta profecía, como muchísimas más contenidas en la Biblia, tienen también un cumplimiento mayor en nuestro tiempo. Entonces los dos testigos representan una clase, o colectividad selecta, similar a la clase Juan, ungidos con espíritu santo y no a dos individuos en particular.

    Hasta mientras se les huella, estos leales no cesan de ser testigos fieles de Jehová. Por eso, la profecía pasa a decir: “‘Y haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco’. Estos son simbolizados por los dos olivos y los dos candelabros, y están de pie delante del Señor de la tierra”. (Revelación 11:3, 4.)

    Estos cristianos ungidos fieles (Un colectivo como el apóstol Juan) necesitaban la cualidad de aguante, porque tenían que profetizar “vestidos de saco”. ¿Qué significó esto? En los tiempos bíblicos el saco frecuentemente simbolizaba duelo. El llevarlo puesto indicaba que el usuario estaba abatido por el dolor o la angustia. (Génesis 37:34; Job 16:15, 16; Ezequiel 27:31.) El saco se asociaba con los mensajes dolorosos de condenación o aflicción que los profetas de Dios tenían que proclamar. (Isaías 3:8, 24-26; Jeremías 48:37; 49:3.) El vestirse de saco podía indicar humildad o arrepentimiento ante la advertencia divina. (Jonás 3:5.) El saco que llevaban los dos testigos parece indicar su aguante con humildad mientras anunciaban los juicios de Jehová. Eran testigos que proclamaban Su día de venganza que traería duelo también a las naciones. (Deuteronomio 32:41-43.)

    La clase Juan tenía que predicar este mensaje por un tiempo claramente indicado: 1.260 días, o 42 meses, el mismo período de tiempo durante el cual la santa ciudad sería hollada. Parece que este espacio de tiempo es literal, puesto que se expresa de dos modos diferentes, primero en meses y después en días. Además, al principio del día del Señor hubo un período marcado de tres años y medio en que las penosas experiencias del pueblo de Dios correspondieron con los sucesos profetizados aquí… comenzando en diciembre de 1914 y continuando hasta junio de 1918. (Revelación 1:10.) Predicaron un mensaje que envolvía dolor, como “de saco”, sobre el hecho de que Jehová juzgaría a la cristiandad y al mundo.

    El hecho de que fueran simbolizados por dos testigos nos confirma que su mensaje era exacto y bien fundado. (Vea de nueva cuenta la tabla anterior del principio en el número 2)(Compárese con Deuteronomio 17:6; Juan 8:17, 18.) Juan los llama “los dos olivos y los dos candelabros”, y dice que “están de pie delante del Señor de la tierra”. Esta es una referencia clara a la profecía de Zacarías, quien vio un candelabro de siete ramas y dos olivos. Se dijo que los olivos representaban, originalmente a “los dos ungidos”, es decir, al gobernador Zorobabel y al sumo sacerdote Josué, ‘que estaban de pie al lado del Señor de toda la tierra’. (Zacarías 4:1-3, 14.)

    Zacarías vivía en un tiempo de reedificación, y su visión de los dos olivos significaba que Zorobabel y Josué serían bendecidos con el espíritu de Jehová para fortalecer al pueblo para su obra. La visión del candelabro le recordó a Zacarías que no ‘despreciara el día de las cosas pequeñas’ porque los propósitos de Jehová se efectuarían… “‘no por una fuerza militar, ni por poder, sino por mi espíritu’, ha dicho Jehová de los ejércitos”. (Zacarías 4:6, 10; 8:9.) Ahora bien, en nuestro tiempo, el grupito de cristianos que con persistencia llevaba la luz de la verdad a la humanidad durante la I Guerra Mundial sería empleado, de modo semejante, en una obra de reedificación. Ellos también serían fuente de estímulo y, pocos como eran, aprenderían a confiar en la fortaleza de Jehová, a no despreciar el día de comienzos pequeños.

    El que se diga que eran dos testigos también nos recuerda la transfiguración. En aquella visión, tres apóstoles de Jesús lo vieron en la gloria del Reino, acompañado por Moisés y Elías. Esto representó que Jesús se sentaría en su trono glorioso en 1914 para efectuar una obra prefigurada por aquellos dos profetas. (Mateo 17:1-3.) Apropiadamente, se ve ahora que los dos testigos ejecutan señales que nos hacen recordar las de Moisés y Elías. Por ejemplo, Juan dice de ellos: “Y si alguien quiere hacerles daño, de la boca de ellos sale fuego y devora a sus enemigos; y si alguien quisiera hacerles daño, tiene que ser muerto de esta manera. Estos tienen la autoridad para cerrar el cielo de modo que no caiga lluvia durante los días de su profetizar”. (Revelación 11:5, 6a.)

    Esto nos recuerda la ocasión en que algunos desafiaron la autoridad de Moisés en Israel. Aquel profeta profirió palabras candentes de juicio, y Jehová destruyó a los rebeldes, consumiendo a 250 de ellos por fuego literal que cayó del cielo. (Números 16:1-7, 28-35.) De manera similar, los líderes de la cristiandad desafiaron a los Estudiantes de la Biblia, (hoy conocidos como los testigos de Jehová) diciendo que estos nunca se habían graduado de universidades teológicas. Pero los testigos de Dios tenían credenciales superiores como ministros: las personas mansas que prestaban atención a su mensaje bíblico. (2 Corintios 3:2, 3.) En 1917 los Estudiantes de la Biblia habían publicado The Finished Mystery (El misterio terminado), un impresionante comentario sobre Revelación y Ezequiel. A esto siguió la distribución de 10.000.000 de ejemplares del tratado de cuatro páginas The Bible Students Monthly (Mensuario de los Estudiantes de la Biblia) con el artículo principal titulado “La caída de Babilonia.—Por qué la cristiandad tiene que sufrir ahora.—El resultado final”. En los Estados Unidos, el clero, airado, usó la histeria de guerra como excusa para lograr que se proscribiera el libro. En otros países el libro fue objeto de censura. No obstante, los siervos de Dios siguieron combatiendo mediante números del tratado de cuatro páginas Kingdom News (Noticias del Reino) con mensajes ardientes. A medida que el día del Señor adelantara, otras publicaciones aclararían el hecho de que la cristiandad estaba muerta en sentido espiritual. (Compárese con Jeremías 5:14.)

    ¿Qué se puede decir de Elías? En los días de los reyes de Israel, este profeta proclamó una sequía como expresión de que Jehová estaba indignado contra los israelitas que adoraban a Baal. La sequía duró tres años y medio. (1 Reyes 17:1; 18:41-45; Lucas 4:25; Santiago 5:17.) Después, cuando el infiel rey Ocozías envió soldados para obligar a Elías a entrar en su presencia real, el profeta pidió que bajara fuego del cielo y consumiera a los soldados. Solo cuando un comandante militar mostró el debido respeto a su puesto de profeta consintió Elías en ir con él a donde el rey. (2 Reyes 1:5-16.) De igual manera, entre 1914 y 1918 el resto ungido llamó atención (Los dos testigos), denodadamente, a la sequía espiritual que existía en la cristiandad y advirtió acerca del juicio ardiente que se ejecutará al tiempo de “la venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor”. (Malaquías 4:1, 5; Amós 8:11.)

    Juan pasa a decir lo siguiente acerca de los dos testigos: “Y tienen autoridad sobre las aguas para tornarlas en sangre, y para herir la tierra con toda clase de plaga cuantas veces deseen.” (Revelación 11:6b.) Para persuadir a Faraón de que enviara en libertad a Israel, Jehová utilizó a Moisés para golpear con plagas —entre ellas el convertir el agua en sangre— al opresivo Egipto. Siglos después los filisteos, enemigos de Israel, recordaron bien los actos de Jehová contra Egipto, y clamaron: “¿Quién nos salvará de la mano de este majestuoso Dios? Este es el Dios que fue golpeador de Egipto con toda suerte de matanza [“toda suerte de plagas”, Nácar-Colunga; “toda plaga”, Reina-Valera Revisada] en el desierto”. (1 Samuel 4:8; Salmo 105:29.) Moisés representó a Jesús, quien tuvo autoridad para pronunciar los juicios de Dios sobre los líderes religiosos de su tiempo. (Mateo 23:13; 28:18; Hechos 3:22.) Y durante la I Guerra Mundial los hermanos de Cristo, los dos testigos, continuaron denunciando lo mortífero de “las aguas” que la cristiandad servía a sus rebaños.

    Muerte de los dos testigos

    Esta plaga sobre la cristiandad fue tan severa que, después que los dos testigos habían profetizado por 42 meses vestidos de saco, la cristiandad usó su influencia mundana para hacer que se les ‘diera muerte’. Juan escribe: “Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará. Y sus cadáveres estarán en el camino ancho de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también el Señor de ellos fue fijado en el madero. Y los de los pueblos y tribus y lenguas y naciones mirarán sus cadáveres por tres días y medio, y no permiten que sus cadáveres sean puestos en una tumba. Y los que moran en la tierra se regocijan sobre ellos y gozan, y se enviarán regalos los unos a los otros, porque estos dos profetas atormentaron a los que moran en la tierra”. (Revelación 11:7-10.)

    Sr. Joe F. Rocha, esta es la primera de 37 referencias en Revelación a una bestia salvaje. Más adelante pudiéramos hacer un examen más detenido de esta bestia y otras. Por ahora, que baste decir que “la bestia salvaje que asciende del abismo” es algo producido por Satanás, un sistema de cosas político vivo. (Compárese con Revelación 13:1; Daniel 7:2, 3, 17.)

    Desde 1914 hasta 1918 las naciones se envolvieron en la I Guerra Mundial. El nacionalismo hervía, y en la primavera de 1918 los enemigos religiosos de los dos testigos aprovecharon aquella situación. Manipularon el sistema legal del Estado de tal manera que ministros de los Estudiantes de la Biblia con puestos de responsabilidad fueran enviados a prisión bajo acusaciones falsas de sedición. Sus fieles colaboradores quedaron perplejos. La actividad del Reino casi se detuvo. Fue como si la obra de predicar hubiera muerto. En los tiempos bíblicos era una terrible indignidad el que no se enterrara a un muerto en una tumba conmemorativa. (Salmo 79:1-3; 1 Reyes 13:21, 22.) Por eso, el que se dejara sin enterrar a los dos testigos significaría gran vituperio para ellos. En el candente clima de Palestina, un cadáver en la calle, en público, realmente empezaría a heder después de tres días y medio literales. (Compárese con Juan 11:39.) Así, este detalle de la profecía indica la vergüenza que tuvieron que soportar los dos testigos. Las personas que ya hemos mencionado, que fueron enviadas a prisión, ni siquiera pudieron pagar fianza mientras los casos estaban bajo apelación. Fueron denunciados públicamente por suficiente tiempo como para que llegaran a ser un hedor a los habitantes de “la gran ciudad”. Pero ¿qué era esta “gran ciudad”?

    Juan nos da algunas indicaciones. Dice que Jesús fue fijado en un madero allí. Por eso, inmediatamente pensamos en Jerusalén. Pero también dice que la gran ciudad se llama Sodoma y Egipto. Pues bien, en cierta ocasión se llamó “Sodoma” a la Jerusalén literal por sus prácticas inmundas. (Isaías 1:8-10; compárese con Ezequiel 16:49, 53-58.) Y a veces se usa a Egipto, la primera potencia mundial, como representación del sistema de cosas mundial existente. (Isaías 19:1, 19; Joel 3:19.) Por lo tanto, esta gran ciudad representa a una “Jerusalén” contaminada que afirma adorar a Dios pero que se ha hecho inmunda y pecaminosa, como Sodoma, y que es parte de este sistema de cosas mundial satánico, como Egipto. Representa a la cristiandad, el equivalente moderno de la Jerusalén infiel, la organización cuyos miembros tenían tanta razón para regocijarse cuando impusieron silencio a la perturbadora predicación de los dos testigos.

    Tambien disculpe usted Sr. Joe F. Rocha el que me haya extendido tanto, pero usted me comprende, en estos asuntos a veces es necesario. Espero no haber perturbado su conciencia, pero deduzco que estoy tratando con una persona madura en sentido espiritual y es por ello que le he podido expresar mi opinión al respecto.

    Sr. Joe F. Rocha, reciba usted y los suyos mi admiración y respetos.

    También le informo que usted es gran motivo de inspiración y confianza.

    Atentamente su servidor

    Francisco Díaz Rodríguez y vivo en Santa Clara, Michoacán, México.

    La presenta es solo con el motivo de aportar mi humilde opinion, pues soy persona muy interesada en conocer los profundos designión del Dios Altísimo Jehová y de su hijo Rey Jesucristo. Intento vez tras vez ser un buen testigo de Jehová, junto con mi familia y hemos podido ver la abundante bendición de Dios en nuesta vida.

  4. Para: Rosa Juarez

    Hola hermana sabes mucho de la palabra de Dios todos los que dan pie a querer interpretar las palabras de la Iglesia es porque lo sienten en su corazón no todos tenemos la razón,pero tampoco estamos equivocados cada una de las palabras aquí dadas están para aprender o querer entender no somos perfectos solo Dios lo es el que pensara que todo lo que pensamos es lo correcto o esta equivocada la interpretación de la Biblia es un misterio el cual sera revelado cuando nos sentemos al rededor del padre a escuchar y así haremos muchas preguntas que de seguro el nos contestara, solo recuerda todos tenemos derecho a equivocarnos y muchos de los que aquí escriben están espesando a escudriñar las escrituras.yo veo, leo y escucho lo que yo pienso lo que haga sera solo lo que pienso que esta mal o bien no juzgo solo aprendo y desecho lo que a mi parecer no esta bien hago un estudio con mi mente y corazón y pido al Espirito Santo que me revele la verdad y a su tiempo el lo hará, no soy Dios solo soy un pequeño granito de arena en el universo infinito,pero ante los ojos de Dios todos somos valiosos.

  5. ya que tanto Juan el Butista como el señor Jesus viniero para dar testimonio de Dios , estudiemos detenidamente las palabras de ellos ynos daremos cuenta , que son ellos dos los dos olivos

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