Malaquías

Diferencia entre el justo y el malo

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Malaquías > Diferencia entre el justo y el malo (39:3:13 - 39:3:18)

“Duras han sido vuestras palabras contra mí, ha dicho Jehovah. Pero decís: ¿Qué hemos hablado contra ti?

Habéis dicho: Está demás servir a Dios y ¿Qué provecho sacamos de guardar su ley y de andar tristes delante de Jehovah de los Ejércitos?

Ahora, nosotros consideramos que son felices los arrogantes y que los que hacen impiedad son prosperados.”

Entonces los que temían a Jehovah hablaron cada uno con su compañero, y Jehovah prestó atención y escuchó. Y fue escrito un libro como memorial delante de él, para los que temen a Jehovah y para los que toman en cuenta su nombre.

“En el día que yo preparo, ha dicho Jehovah de los Ejércitos, ellos serán para mí un especial tesoro. Seré compasivo con ellos, como es compasivo el hombre con su hijo que le sirve.

Entonces os volveréis y podréis apreciar la diferencia entre el justo y el pecador, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.

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El advenimiento del día de Jehová

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Malaquías > El advenimiento del día de Jehová (39:4:1 - 40:18:22)

“Porque he aquí viene el día ardiente como un horno, y todos los arrogantes y todos los que hacen maldad serán como paja. Aquel día que vendrá los quemará y no les dejará ni raíz ni rama, ha dicho Jehovah de los Ejércitos.

Pero para vosotros, los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá sanidad. Vosotros saldréis y saltaréis como terneros de engorde.

Pisotearéis a los impíos, los cuales, el día que yo preparo, serán como ceniza bajo las plantas de vuestros pies,” ha dicho Jehovah de los Ejércitos.

“Acordaos de la ley de mi siervo Moisés, a quien encargué en Horeb leyes y decretos para todo Israel.

“He aquí yo envío al profeta Elías antes de que venga el día de Jehovah, grande y temible.

El hará volver el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres; no sea que venga yo y golpee la tierra con destrucción.”

Jesús le dijo: —No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete.

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