Epístolas

Salutaciones a las siete iglesias

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > El Apocalipsis de San Juan > Salutaciones a las siete iglesias (66:1:4 - 66:1:8)

Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia a vosotros y paz de parte del que es y que era y que ha de venir, y de parte de los siete Espíritus que están delante de su trono,

y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libró de nuestros pecados con su sangre,

y nos constituyó en un reino, sacerdotes para Dios su Padre; a él sea la gloria y el dominio para siempre jamás. Amén.

He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá: aun los que le traspasaron. Todas las tribus de la tierra harán lamentación por él. ¡Sí, amén!

“Yo soy el Alfa y la Omega,” dice el Señor Dios, “el que es, y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.”

Poner en mi Poner en mi Facebookacebook


Una visión del Hijo del Hombre

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > El Apocalipsis de San Juan > Una visión del Hijo del Hombre (66:1:9 - 66:1:20)

Yo Juan, vuestro hermano y copartícipe en la tribulación y en el reino y en la perseverancia en Jesús, estaba en la isla llamada Patmos por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús.

Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,

que decía: “Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias: a Efeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea.”

Di vuelta para ver la voz que hablaba conmigo. Y habiéndome vuelto, vi siete candeleros de oro,

y en medio de los candeleros vi a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido con una vestidura que le llegaba hasta los pies y tenía el pecho ceñido con un cinto de oro.

Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la lana blanca, como la nieve, y sus ojos eran como llama de fuego.

Sus pies eran semejantes al bronce bruñido, ardiente como en un horno. Su voz era como el estruendo de muchas aguas.

Tenía en su mano derecha siete estrellas, y de su boca salía una espada aguda de dos filos. Su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.

Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y puso sobre mí su mano derecha y me dijo: “No temas. Yo soy el primero y el último,

el que vive. Estuve muerto, y he aquí que vivo por los siglos de los siglos. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

Así que, escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de éstas.

En cuanto al misterio de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha, y de los siete candeleros de oro: Las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros son las siete iglesias.

Poner en mi Poner en mi Facebookacebook


Mensajes a las siete iglesias: El mensaje a Efeso

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > El Apocalipsis de San Juan > Mensajes a las siete iglesias: El mensaje a Efeso (66:2:1 - 66:2:7)

“Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su mano derecha, el que camina en medio de los siete candeleros de oro, dice estas cosas:

Yo conozco tus obras, tu arduo trabajo y tu perseverancia; que no puedes soportar a los malos, que has puesto a prueba a los que dicen ser apóstoles y no lo son, y que los has hallado mentirosos.

Además, sé que tienes perseverancia, que has sufrido por causa de mi nombre y que no has desfallecido.

“Sin embargo, tengo contra ti que has dejado tu primer amor.

Recuerda, por tanto, de dónde has caído. ¡Arrepiéntete! Y haz las primeras obras. De lo contrario, yo vendré pronto a ti y quitaré tu candelero de su lugar, si no te arrepientes.

“Pero tienes esto: que aborreces los hechos de los nicolaítas, que yo también aborrezco.

“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venza le daré de comer del árbol de la vida que está en medio del paraíso de Dios.

Poner en mi Poner en mi Facebookacebook


El mensaje a Esmirna

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > El Apocalipsis de San Juan > El mensaje a Esmirna (66:2:8 - 66:2:11)

“Escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el último, el que estuvo muerto y vivió, dice estas cosas:

Yo conozco tu tribulación y tu pobreza—aunque eres rico—, y la blasfemia de los que dicen ser judíos y no lo son; más bien, son sinagoga de Satanás.

No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer. He aquí, el diablo va a echar a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.

“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venza, jamás recibirá daño de la muerte segunda.

Poner en mi Poner en mi Facebookacebook


El mensaje a Pérgamo

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > El Apocalipsis de San Juan > El mensaje a Pérgamo (66:2:12 - 66:2:17)

“Escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice estas cosas:

Yo conozco dónde habitas: donde está el trono de Satanás. Y retienes mi nombre y no has negado mi fe, aun en los días de Antipas, mi testigo fiel, quien fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.

“Sin embargo, tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes allí a algunos que se adhieren a la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo delante de los hijos de Israel, a comer de lo sacrificado a los ídolos y a cometer inmoralidad sexual.

Asimismo, tú también tienes a los que se adhieren a la doctrina de los nicolaítas.

Por tanto, ¡arrepiéntete! Pues de lo contrario vendré pronto a ti y pelearé contra ellos con la espada de mi boca.

“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venza le daré de comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca y en la piedrecita un nombre nuevo escrito, que nadie conoce sino el que lo recibe.

Poner en mi Poner en mi Facebookacebook