Libros Proféticos

La desobediencia, causa del cautiverio

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Zacarías > La desobediencia, causa del cautiverio (38:7:8 - 38:7:14)

Vino la palabra de Jehovah a Zacarías, diciendo:

“Así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: Juzgad conforme a la verdad; practicad la bondad y la misericordia, cada uno con su hermano.

No extorsionéis a la viuda, al huérfano, al extranjero y al pobre; ni ninguno piense en su corazón el mal contra su hermano.

Pero no quisieron escuchar. Más bien, se encogieron de hombros rebeldemente y taparon sus oídos para no oír.

Y endurecieron su corazón como un diamante para no oír la ley ni las palabras que Jehovah de los Ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los antiguos profetas. Por tanto, se desencadenó la gran ira de Jehovah de los Ejércitos.

Aconteció que como llamé y ellos no escucharon, así ellos llamaron y yo no escuché, dice Jehovah de los Ejércitos.

Más bien, los esparcí con vendaval por todas las naciones que no conocían, y tras ellos la tierra fue desolada hasta no quedar quien fuese ni viniese. Así convirtieron la tierra de las delicias en desolación.”

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Promesa de la restauración de Jerusalén

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Zacarías > Promesa de la restauración de Jerusalén (38:8:1 - 38:8:23)

Vino a mí la palabra de Jehovah de los Ejércitos, diciendo:

“Así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: Yo tuve un gran celo por Sion; con gran enojo tuve celo por ella.

Así ha dicho Jehovah: Yo he vuelto a Sion y habitaré en medio de Jerusalén. Jerusalén se llamará Ciudad de Verdad, y el monte de Jehovah de los Ejércitos, Monte de Santidad.

Así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: Aún han de sentarse los ancianos y las ancianas en las plazas de Jerusalén, cada uno con un bastón en la mano por el gran número de sus días.

Y las calles de la ciudad estarán repletas de niños y niñas jugando en ellas.

Así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: Si esto parece milagroso ante los ojos del remanente de este pueblo en estos días, ¿habrá de ser también milagroso en mis ojos?, dice Jehovah de los Ejércitos.

“Así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: He aquí, yo salvaré a mi pueblo de la tierra del oriente y de la tierra del poniente.

Los traeré, y habitarán en medio de Jerusalén. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios, en fidelidad y en justicia.

Así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: Esfuércense vuestras manos, vosotros que en estos días oís estas palabras de la boca de los profetas, desde el día en que fueron puestos los cimientos de la casa de Jehovah de los Ejércitos para reedificarla.

Porque antes de estos días no había recompensa para el hombre, ni había recompensa para el ganado, y a causa del enemigo no había paz para el que entraba ni para el que salía. Yo arrojé a todo hombre, cada uno contra su prójimo.

Pero ahora no haré esto con el remanente de este pueblo como en aquellos días pasados, dice Jehovah de los Ejércitos.

Porque su semilla será paz; la vid dará su fruto, la tierra su producto y los cielos su rocío. Y haré que el remanente de este pueblo posea todo esto.

Sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, oh casa de Judá y casa de Israel, así os libraré, y seréis bendición. No temáis; más bien, esfuércense vuestras manos.

“Porque así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: Como pensé haceros mal cuando vuestros padres me provocaron a ira, y no cambié de parecer, ha dicho Jehovah de los Ejércitos,

así ahora he pensado hacerle bien a Jerusalén y a la casa de Judá en estos días. No temáis.

Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo. Juzgad en vuestros tribunales con juicio de paz.

Ninguno de vosotros piense en su corazón el mal contra su prójimo. No améis el falso juramento, porque yo aborrezco todas estas cosas,” dice Jehovah.

Entonces vino a mí la palabra de Jehovah de los Ejércitos, diciendo:

“Así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: Los ayunos del mes cuarto, del quinto, del séptimo y del décimo serán convertidos en ocasiones de gozo, alegría y buenas festividades para la casa de Judá. Amad, pues, la verdad y la paz.”

Así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: “Aún vendrán gentes y habitantes de muchas ciudades.

Los habitantes de una ciudad irán a otra y dirán: ¡Vayamos a implorar el favor de Jehovah, a buscar a Jehovah de los Ejércitos! ¡Yo también voy!

Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehovah de los Ejércitos en Jerusalén, para implorar el favor de Jehovah.

Así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: Acontecerá en aquellos días que diez hombres de las naciones de todos los idiomas se asirán del manto de un judío y le dirán: ¡Dejadnos ir con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros!”

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Castigo de las naciones vecinas

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Zacarías > Castigo de las naciones vecinas (38:9:1 - 38:9:8)

Profecía: La palabra de Jehovah contra la tierra de Hadrac y Damasco, el lugar de su reposo. Porque a Jehovah pertenecen el ojo del hombre y todas las tribus de Israel;

también Hamat, que colinda con ella; y Tiro y Sidón, aunque se hayan hecho muy sabias.

Tiro se edificó una fortaleza y acumuló plata como el polvo, y oro como el lodo de las calles.

Pero he aquí que el Señor se apoderará de ella y destruirá en el mar su poderío, y ella será consumida con fuego.

“Ascalón lo verá y temerá. Gaza también temblará en gran manera; lo mismo Ecrón, porque su esperanza ha sido avergonzada. Dejará de haber rey en Gaza, y Ascalón no será habitada.

En Asdod se sentará un bastardo, y destruiré la soberbia de los filisteos.

Apartaré la sangre de su boca y las abominaciones de sus dientes. El será también convertido en un remanente para nuestro Dios, y será como una familia más en Judá. Y Ecrón será como el jebuseo.

Yo defenderé mi casa del que acampa, del que pasa y del que vuelve. El opresor no pasará más sobre ellos, porque ahora yo vigilo por ella con mis propios ojos.”

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El futuro rey de Sion

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Zacarías > El futuro rey de Sion (38:9:9 - 38:9:17)

¡Alégrate mucho, oh hija de Sion! ¡Da voces de júbilo, oh hija de Jerusalén! He aquí, tu rey viene a ti, justo y victorioso, humilde y montado sobre un asno, sobre un borriquillo, hijo de asna.

“Destruiré los carros de Efraín y los caballos de Jerusalén. También serán destruidos los arcos de guerra, y él hablará de paz a las naciones. Su dominio será de mar a mar y desde el Río hasta los confines de la tierra.

Y a ti también, por la sangre de tu pacto libertaré a tus prisioneros de la cisterna sin agua.

Volveos a la fortaleza, oh prisioneros llenos de esperanza. También hoy os anuncio que os restituiré el doble.

Pues he preparado a Judá como mi arco; lo he cargado con Efraín como flecha. E incitaré a tus hijos, oh Sion, contra tus hijos, oh Grecia; y te blandiré como espada de valiente.”

Jehovah será visto sobre ellos, y su flecha saldrá como relámpago. El Señor Jehovah tocará la corneta y avanzará con los torbellinos del sur.

Jehovah de los Ejércitos los protegerá, y ellos devorarán y pisotearán las piedras de la honda. Beberán sangre como si fuera vino, y se llenarán como un tazón y como los bordes del altar.

En aquel día Jehovah su Dios los salvará; como a rebaño pastoreará a su pueblo. Serán sobre su tierra como piedras preciosas de una diadema.

¡Cuánta es su bondad, y cuánta su hermosura! El trigo hará florecer a los jóvenes, y el vino nuevo a las jóvenes.

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Jehová redimirá a su pueblo

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Zacarías > Jehová redimirá a su pueblo (38:10:1 - 38:11:3)

¡Pedid a Jehovah la lluvia de la estación tardía! Jehovah produce relámpagos y hace llover. El da pan al hombre, y hierba en el campo.

Pero los ídolos domésticos prometen en vano. Los adivinos ven mentiras y refieren sueños falsos; vano es su consuelo. Por eso el pueblo vaga como ovejas; fue afligido por falta de pastor.

“Mi ira se ha encendido contra los pastores, y castigaré a los machos cabríos. Porque Jehovah de los Ejércitos visitará con su favor a su rebaño, a la casa de Judá, y los convertirá en su corcel de honor en la batalla.

De él saldrá la piedra angular, de él la estaca, de él el arco de guerra y de él también el gobernante.

Serán como los valientes que en la batalla pisotean al enemigo en el lodo de la calle. Combatirán, porque Jehovah estará con ellos, y los que montan a caballo serán avergonzados.

“Porque yo fortaleceré la casa de Judá y libraré la casa de José. Los haré volver, porque tendré misericordia de ellos. Serán como si no los hubiera rechazado, porque yo soy Jehovah su Dios que les oiré.

Los de Efraín serán como un héroe, y el corazón de ellos se alegrará como por el vino. Sus hijos también lo verán y se alegrarán; su corazón se gozará en Jehovah.

Les llamaré con un silbido y los reuniré, porque los he redimido; y serán tan numerosos como lo fueron antes.

Aunque los sembraré entre los pueblos, aun en la lejanía se acordarán de mí; criarán a sus hijos y regresarán.

Porque los haré volver de la tierra de Egipto, y los recogeré de Asiria. Los traeré a la tierra de Galaad y al Líbano, y no les bastará.

Pasarán por el mar de la angustia golpeando sus olas, y se secarán todas las profundidades del Nilo. La soberbia de Asiria será derribada, y haré cesar el cetro de Egipto.

Les fortaleceré en Jehovah, y caminarán en su nombre,” dice Jehovah.

¡Abre tus puertas, oh Líbano, y que el fuego consuma tus cedros!

Gime, oh ciprés, porque ha caído el cedro; porque los poderosos son destruidos. Aullad, oh encinas de Basán, porque es derribado el bosque impenetrable.

Se oye un gemido de pastores, porque su esplendor es desolado. Se oye el rugido de los cachorros de león, porque la espesura del Jordán es destruida.

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