Libros Proféticos

Leyes del templo

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Ezequiel > Leyes del templo (26:43:6 - 26:46:24)

Entonces oí a alguien que me hablaba desde el templo, mientras un hombre estaba de pie junto a mí.

Y me dijo: “Oh hijo de hombre, éste es el lugar de mi trono, el lugar de las plantas de mis pies, en el cual habitaré en medio de los hijos de Israel para siempre. Nunca más la casa de Israel, ni ellos ni sus reyes, profanarán mi santo nombre con sus prostituciones ni con los cadáveres de sus reyes, cuando éstos mueran,

poniendo su umbral junto a mi umbral y sus postes junto a mis postes. Pues habiendo tan sólo una pared entre yo y ellos, contaminaron mi santo nombre con las abominaciones que hicieron, por lo cual los consumí en mi furor.

Ahora, que alejen de mí su prostitución y los cadáveres de sus reyes, y yo habitaré en medio de ellos para siempre.

“Y tú, oh hijo de hombre, declara a los de la casa de Israel lo concerniente al templo, y que tomen nota de las dimensiones de su plano, para que se avergüencen de sus pecados.

Y si han sido afrentados por causa de todo lo que han hecho, hazles entender los detalles del templo: su disposición, sus salidas, sus entradas y todos sus detalles. Escribe ante su vista todos sus estatutos, todos sus detalles y todas sus instrucciones, para que guarden todos sus detalles y todos sus estatutos y que los pongan por obra.

Estas son las instrucciones acerca del templo: Sobre la cumbre del monte, toda el área alrededor será santísima. He aquí, éstas son las instrucciones acerca del templo.

“Estas son las medidas del altar en codos (de un codo regular más un palmo menor). Su base será de un codo de alto y de un codo de ancho. La moldura de su borde alrededor será de un palmo. Así será la base del altar.

Desde la base sobre el suelo hasta el zócalo inferior tiene 2 codos, y el ancho es de un codo. Desde el zócalo pequeño hasta el zócalo grande hay 4 codos, y el ancho es de un codo.

El ara es de 4 codos de alto, y sobre el ara hay cuatro cuernos.

El ara tiene 12 codos de largo por 12 codos de ancho. Es un cuadrado con los cuatro lados iguales.

El zócalo grande es de 14 codos de largo por 14 codos de ancho en sus cuatro lados, y su moldura alrededor es de medio codo. La base es de un codo por todos lados, y sus gradas dan al oriente.”

Luego me dijo: “Oh hijo de hombre, así ha dicho el Señor Jehovah, éstos son los estatutos del altar para el día en que sea hecho a fin de ofrecer el holocausto sobre él y esparcir sobre él la sangre.

A los sacerdotes levitas que son de la descendencia de Sadoc, que se acercan a mí para servirme, darás un novillo para el sacrificio por el pecado.

Tomarás parte de su sangre y la pondrás sobre los cuatro cuernos del altar, en las cuatro esquinas del zócalo y alrededor de la moldura. Así lo purificarás del pecado y harás expiación por él.

Tomarás luego el novillo para el sacrificio por el pecado y lo quemarás en un lugar destinado para el uso del templo, fuera del santuario.

“En el segundo día ofrecerás un macho cabrío sin defecto como sacrificio por el pecado, y purificarán del pecado el altar como lo purificaron con el novillo.

Cuando acabes de purificarlo, ofrecerás un novillo sin defecto; y del rebaño, un carnero sin defecto.

Los ofrecerás delante de Jehovah. Los sacerdotes echarán sal sobre ellos, y los ofrecerán en holocausto a Jehovah.

“Durante siete días ofrecerás un macho cabrío cada día, como sacrificio por el pecado. Asimismo, será sacrificado el novillo; y del rebaño, un carnero sin defecto.

Durante siete días harán expiación por el altar y lo purificarán; así lo consagrarán.

Acabados estos días, a partir del octavo día, los sacerdotes podrán ofrecer sobre el altar vuestros holocaustos y vuestros sacrificios de paz; y me seréis aceptos,” dice el Señor Jehovah.

Luego me hizo volver hacia la puerta exterior del santuario, la cual da al oriente, y estaba cerrada.

Entonces Jehovah me dijo: “Esta puerta ha de permanecer cerrada. No será abierta, ni nadie entrará por ella, porque Jehovah Dios de Israel ha entrado por ella. Por eso permanecerá cerrada.

Pero el gobernante, porque es gobernante, se sentará allí para comer pan en la presencia de Jehovah. Entrará por la vía del vestíbulo de la puerta, y saldrá por la misma vía.”

Luego me llevó por la vía de la puerta del norte, hacia el frente del templo. Entonces miré, y he aquí que la gloria de Jehovah había llenado la casa de Jehovah. Caí postrado sobre mi rostro,

y Jehovah me dijo: “Oh hijo de hombre, fíjate bien; mira con tus ojos y oye con tus oídos todo lo que yo hablo contigo sobre todos los estatutos de la casa de Jehovah y sobre todas sus leyes. Fíjate bien en quiénes han de ser admitidos en el templo, y en todos los que han de ser excluidos del santuario.

Dirás a los rebeldes, a la casa de Israel, que así ha dicho el Señor Jehovah: ¡Basta ya de todas vuestras abominaciones, oh casa de Israel!

Basta de haber traído extranjeros incircuncisos de corazón e incircuncisos de carne, para estar en mi santuario y profanar mi templo, ofreciendo mi pan—el sebo y la sangre— e invalidando mi pacto con todas vuestras abominaciones.

No habéis guardado las ordenanzas respecto de mis cosas sagradas, sino que habéis puesto extranjeros para guardar las ordenanzas de mi santuario a vuestro gusto.

Así ha dicho el Señor Jehovah: Ningún extranjero, incircunciso de corazón e incircunciso de carne, de todos los extranjeros que están entre los hijos de Israel, entrará en mi santuario.

“Los levitas que se alejaron de mí, mientras Israel anduvo errante lejos de mí, y fueron en pos de sus ídolos, cargarán con su castigo

y estarán en mi santuario como servidores, encargados de las puertas del templo y sirviendo en el templo. Ellos degollarán el holocausto y el sacrificio por el pueblo, y estarán de pie delante de los sacerdotes para servirles.

Debido a que les sirvieron delante de sus ídolos y llegaron a ser un tropiezo de iniquidad para la casa de Israel, por eso he alzado mi mano contra ellos jurando que cargarán con su castigo, dice el Señor Jehovah.

No se acercarán a mí para serme sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas sagradas ni a las muy sagradas, sino que cargarán con su afrenta y con las abominaciones que cometieron.

Pero los pondré a cargo de las tareas del templo, en todo su servicio y en todo lo que se ha de hacer allí.

“Sin embargo, los sacerdotes levitas, los hijos de Sadoc que cumplieron con mi ordenanza relativa a mi santuario, cuando los hijos de Israel se desviaron de mí, ellos sí se acercarán a mí para servirme y estarán de pie delante de mí para ofrecerme el sebo y la sangre, dice el Señor Jehovah.

Ellos sí entrarán en mi santuario y se acercarán a mi mesa para servirme, y cumplirán con mi ordenanza.

“Sucederá que cuando entren por las puertas del atrio interior, se vestirán con vestiduras de lino. Cuando sirvan en las puertas del atrio interior y dentro del templo, no se cubrirán con tela de lana.

Tendrán turbantes de lino sobre sus cabezas y pantalones de lino sobre sus lomos. No se ceñirán nada que les haga sudar.

Cuando salgan al pueblo, al atrio exterior, se quitarán las vestiduras con que habían servido y las dejarán en las cámaras del santuario. Luego se vestirán con otras vestiduras, no sea que con sus vestiduras transmitan santidad al pueblo.

“No se raparán sus cabezas ni se dejarán crecer el cabello; solamente lo recortarán.

“Ninguno de los sacerdotes beberá vino cuando haya de entrar en el atrio interior.

“No tomarán por esposa una viuda, ni una divorciada, sino sólo vírgenes de la descendencia de la casa de Israel, o una viuda que sea viuda de un sacerdote.

“Enseñarán a mi pueblo a discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo impuro y lo puro.

“Ellos estarán para juzgar en los pleitos. Conforme a mis juicios los juzgarán. “Guardarán mis instrucciones y mis estatutos en todas mis festividades, y santificarán mis sábados.

“No entrarán donde haya alguna persona muerta, de modo que se contaminen. Pero se les permite contaminarse por causa de padre, madre, hijo, hija, hermano o hermana que no haya tenido marido.

Pero después de su purificación le contarán siete días.

El día que entre al santuario, al atrio interior, para servir en el santuario, ofrecerá su sacrificio por el pecado, dice el Señor Jehovah.

“Habrá para ellos una heredad: Yo soy su heredad. No les daréis posesión en Israel: Yo soy su posesión.

Comerán de la ofrenda vegetal, del sacrificio por el pecado y del sacrificio por la culpa. Todo lo que sea dedicado en Israel será para ellos.

Para los sacerdotes será lo mejor de todas las primicias de todo, y toda ofrenda alzada de todo lo que se ofrezca de todas vuestras ofrendas. Asimismo, daréis a los sacerdotes las primicias de vuestras masas, para hacer reposar la bendición en vuestras casas.

“Los sacerdotes no comerán ningún animal mortecino ni despedazado, tanto de aves como de cuadrúpedos.

“Cuando repartáis la tierra por sorteo para que se la tome en posesión, apartaréis para Jehovah una parte de la tierra, la cual será considerada santa. Será de 25.000 de largo por 20.000 de ancho. Esta será sagrada en toda su área alrededor.

De esto habrá para el santuario un cuadrado de 500 por 500 y habrá un campo alrededor de 50 codos.

De esta área medirás un área de 25.000 de largo y de 10.000 de ancho, y allí estará el santuario, el lugar santísimo.

Esta será la porción de la tierra consagrada para los sacerdotes que sirven en el santuario, que se acercan para servir a Jehovah. Les será lugar para sus casas y lugar consagrado para el santuario.

Asimismo, habrá un área de 25.000 de largo por 10.000 de ancho para los levitas que sirven en el templo, como posesión para ciudades en que habitar.

“Y para posesión de la ciudad, daréis un área de 5.000 de ancho por 25.000 de largo, junto a lo que se apartó para el santuario. Esto corresponderá a toda la casa de Israel.

“La parte del gobernante estará a un lado y al otro de lo que se apartó para el santuario y de la posesión de la ciudad, a lo largo de lo que se apartó para el santuario y frente a la posesión de la ciudad. Su longitud corresponderá a una de las porciones, desde su extremo occidental hasta el extremo oriental, y desde el límite occidental hasta el límite oriental.

Esta tierra será su posesión en Israel, y mis gobernantes nunca más oprimirán a mi pueblo. “El resto de la tierra lo darán a la casa de Israel según sus tribus.”

Así ha dicho el Señor Jehovah: “¡Basta, oh gobernantes de Israel! Apartad la violencia y la destrucción; actuad según el derecho y la justicia; dejad de expulsar de sus propiedades a mi pueblo, dice el Señor Jehovah.

“Tendréis balanzas justas, efa justo y bato justo.

El efa y el bato tendrán la misma capacidad. Un bato debe contener la décima parte de un homer, y un efa la décima parte del homer. El patrón de medida será el homer.

“El siclo será de 20 geras. Para vosotros 20 siclos más 25 siclos más 15 siclos equivaldrán a una mina.

“Esta será la ofrenda alzada que ofreceréis: la sexta parte de un efa por cada homer de trigo, y la sexta parte de un efa por cada homer de cebada.

“Lo prescrito con respecto al aceite es que ofrezcáis la décima parte de un bato de aceite por cada coro. Un homer equivale a 10 batos (pues diez batos son un homer).

“De un rebaño de 200 corderos, de los bien regados pastos de Israel, se dará uno para ofrenda, para holocausto y para ofrendas de paz, a fin de hacer expiación por ellos, dice el Señor Jehovah.

Todo el pueblo de la tierra en Israel estará obligado a entregar esta ofrenda alzada al gobernante.

Pero el gobernante deberá proveer para el holocausto, la ofrenda vegetal y la libación, en las fiestas, en las lunas nuevas, en los sábados y en todas las festividades de la casa de Israel. El proveerá el holocausto, la ofrenda vegetal y los sacrificios de paz para hacer expiación por la casa de Israel.”

Así ha dicho el Señor Jehovah: “En el primer día del mes primero tomarás un novillo sin defecto, y purificarás el santuario.

El sacerdote tomará parte de la sangre del sacrificio por el pecado y la pondrá sobre los postes del templo, sobre las cuatro esquinas del zócalo del altar y sobre los postes de las puertas del atrio interior.

Lo mismo harás el séptimo día del mes por los que hayan pecado, ya sea por inadvertencia o por ignorancia, y harás expiación por el templo.

“El día 14 del mes primero tendréis la Pascua, fiesta de siete días, y se comerá panes sin levadura.

Aquel día el gobernante proveerá, por sí mismo y por todo el pueblo de la tierra, un novillo como ofrenda por el pecado.

En cada uno de los siete días de la fiesta proveerá para holocaustos a Jehovah siete novillos y siete carneros, sin defecto, y un macho cabrío cada día, para sacrificio por el pecado.

Proveerá como ofrenda vegetal un efa por cada novillo; y por cada carnero, también un efa. Y por cada efa, un hin de aceite.

“En el día 15 del mes séptimo, en la fiesta, él proveerá, como en esos siete días, para el sacrificio por el pecado, para el holocausto, para la ofrenda vegetal y para el aceite.”

Así ha dicho el Señor Jehovah: “La puerta del atrio interior que da al oriente estará cerrada los seis días de trabajo. Pero será abierta el día de sábado, y también será abierta el día de luna nueva.

El gobernante entrará desde afuera por el vestíbulo de la puerta y se pondrá de pie junto a los postes de la puerta, mientras los sacerdotes presentan su holocausto y sus sacrificios de paz. Se postrará sobre el umbral de la puerta, y luego saldrá; pero la puerta no será cerrada sino hasta el anochecer.

Asimismo, el pueblo de la tierra se postrará delante de Jehovah a la entrada de la puerta, tanto en los sábados como en las lunas nuevas.

“El holocausto que ofrecerá el gobernante a Jehovah el día de sábado será de seis corderos sin defecto y un carnero sin defecto.

Proveerá como ofrenda vegetal un efa por cada carnero, y por los corderos una ofrenda vegetal que será según su voluntad. Y por cada efa, un hin de aceite.

El día de la luna nueva proveerá un novillo sin defecto, seis corderos y un carnero; deberán ser sin defecto.

Proveerá como ofrenda vegetal un efa por novillo, y otro efa por carnero; pero con los corderos hará conforme a sus posibilidades. Y por cada efa, un hin de aceite.

“Cuando el gobernante entre al templo, lo hará por la vía del vestíbulo de la puerta, y saldrá por la misma vía.

Pero cuando el pueblo de la tierra entre a la presencia de Jehovah en las solemnidades, el que entre a adorar por la puerta del norte saldrá por la puerta del sur, y el que entre por la puerta del sur saldrá por la puerta del norte. No volverá por la puerta por la cual entró, sino que saldrá por la del frente.

Cuando ellos entren, el gobernante entrará en medio de ellos; y cuando salgan, saldrá con ellos.

“En las fiestas y en las solemnidades, la ofrenda vegetal será de un efa por cada novillo, y un efa por cada carnero; pero con los corderos hará según su voluntad. Y por cada efa, un hin de aceite.

“Cuando el gobernante provea para Jehovah una ofrenda voluntaria, un holocausto o sacrificios de paz por su propia voluntad, le abrirán la puerta que da al oriente; y proveerá su holocausto y sus sacrificios de paz, como suele proveer en el día de sábado. Después saldrá; y cuando haya salido, cerrarán la puerta.

“Cada día ofrecerás a Jehovah en holocausto un cordero de un año, sin defecto. Cada mañana lo ofrecerás.

Junto con él ofrecerás cada mañana una ofrenda vegetal de la sexta parte de un efa y de la tercera parte de un hin de aceite, para humedecer la harina fina. Esta ofrenda vegetal es el sacrificio continuo a Jehovah como estatuto perpetuo.

Ofrecerán, pues, el cordero, la ofrenda vegetal y el aceite cada mañana en holocausto continuo.”

Así ha dicho el Señor Jehovah: “Si el gobernante da de su heredad un regalo a alguno de sus hijos, eso pertenecerá a sus hijos. Será posesión de ellos en herencia.

Pero si de su heredad da un regalo a alguno de sus siervos, será de éste hasta el año del jubileo, y entonces volverá al poder del gobernante. Pero la herencia de éste será para sus hijos; para ellos será.

El gobernante no tomará nada de la heredad del pueblo, despojándolo de su posesión. De su propia posesión dará heredad a sus hijos, para que los de mi pueblo no sean echados, cada uno de su posesión.”

Después me llevó, por la entrada que había al lado de la puerta, a las cámaras sagradas de los sacerdotes, las cuales daban al norte. Y he aquí que había allí un lugar al fondo, en el lado occidental.

Entonces me dijo: “Este es el lugar donde los sacerdotes cocinarán el sacrificio por la culpa y el sacrificio por el pecado. Allí cocerán la ofrenda vegetal, para no sacarla al atrio exterior, no sea que transmitan santidad al pueblo.”

Luego me sacó al atrio exterior y me hizo pasar por los cuatro ángulos del atrio, y he aquí que en cada ángulo había un patio.

En los cuatro ángulos del atrio había patios pequeños de 40 codos de largo y 30 codos de ancho. Los cuatro ángulos tenían una misma medida.

Alrededor de los cuatro ángulos había un muro, y debajo de la hilera de piedras alrededor había fogones.

Y me dijo: “Estos son los lugares para cocinar, donde los servidores del templo cocinarán el sacrificio del pueblo.”

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Las aguas salutíferas

Imagen Las aguas salutíferas 1

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Ezequiel > Las aguas salutíferas (26:47:1 - 26:47:12)

Entonces me hizo volver a la entrada del templo. Y he aquí que de debajo del umbral del templo salían aguas hacia el oriente, porque la fachada del templo estaba al oriente. Las aguas descendían de debajo del lado sur del templo y pasaban por el lado sur del altar.

Luego me sacó por el camino de la puerta del norte y me hizo dar la vuelta por afuera hasta el exterior de la puerta que da al oriente. Y he aquí que las aguas fluían por el lado sur.

Cuando el hombre salió hacia el oriente, llevaba un cordel en su mano. Entonces midió 1.000 codos y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos.

Midió otros 1.000 codos y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas. Midió luego otros 1.000 codos y me hizo pasar por las aguas hasta la cintura.

Midió otros 1.000 codos, y el río ya no se podía cruzar, porque las aguas habían crecido. El río no se podía cruzar sino a nado.

Y me preguntó: “¿Has visto, oh hijo de hombre?” Después me condujo y me hizo volver a la ribera del río.

Cuando volví, he aquí que en la ribera del río había muchísimos árboles, tanto a un lado como al otro.

Y me dijo: “Estas aguas van a la región del oriente; descenderán al Arabá y llegarán al mar, a las aguas saladas; y las aguas serán saneadas.

Y sucederá que todo ser viviente que se desplace por dondequiera que pase el río vivirá. Habrá muchísimos peces por haber entrado allá estas aguas, pues las aguas serán saneadas. Y todo aquello a donde llegue este río vivirá.

Y sucederá que junto a él habrá pescadores, y desde En-guedi hasta En-eglaim será un tendedero de redes. Sus peces, según sus especies, serán tan numerosos como los peces del mar Grande.

Sus pantanos y lagunas no serán saneados, pues quedarán para salinas.

“Junto al río, en sus riberas de una y otra parte, crecerá toda clase de árboles comestibles. Sus hojas nunca se secarán, ni sus frutos se acabarán; cada mes darán sus nuevos frutos, porque sus aguas salen del santuario. Sus frutos servirán para comida, y sus hojas para medicina.”

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Límites y repartición de la tierra

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Ezequiel > Límites y repartición de la tierra (26:47:13 - 26:48:35)

Así ha dicho el Señor Jehovah: “Estos son los límites de la tierra que obtendréis como heredad para las doce tribus de Israel. José tendrá dos porciones.

Así la recibiréis en posesión, tanto los unos como los otros, porque por ella alcé mi mano jurando que la había de dar a vuestros padres. Esta tierra os corresponderá como heredad.

“Este será el límite de la tierra por el lado norte: Desde el mar Grande, en dirección de Hetlón, Lebo-hamat, Zedad,

Berota y Sibraim, que está entre el límite de Damasco y el límite de Hamat, y hacia Hazar-haticón, que está en el límite de Haurán.

El límite del norte será desde el mar, Hazar-enán, el límite de Damasco al norte y el límite de Hamat. Este será el lado del norte.

“Por el lado oriental será desde Haurán, por en medio de Damasco y por el Jordán, entre Galaad y la tierra de Israel, hasta el mar oriental y hasta Tamar. Este es el lado oriental.

“Por el lado del Néguev, hacia el sur, será desde Tamar hasta las aguas de Meriba en Cades, en dirección del arroyo que va hacia el mar Grande. Este será el lado sur, hacia el Néguev.

“Por el lado occidental el mar Grande constituye el límite hasta frente a Lebo-hamat. Este será el lado occidental.

“Repartiréis esta tierra entre vosotros según las tribus de Israel.

Haréis el sorteo de ella para que sea heredad para vosotros y para los forasteros que residen entre vosotros, quienes han engendrado hijos entre vosotros, y que son para vosotros como nativos entre los hijos de Israel. Ellos participarán con vosotros en el sorteo para tener posesión entre las tribus de Israel.

Y sucederá que daréis su heredad al forastero en la tribu en que él resida, dice el Señor Jehovah.

“Estos son los nombres de las tribus: “Dan tendrá una parte desde el extremo norte, junto al camino de Hetlón, hasta Lebo-hamat; Hazar-enán, el límite de Damasco al norte, junto a Hamat, con sus extremos al oriente y al occidente.

“Aser tendrá una parte junto al territorio de Dan, desde el lado oriental hasta el lado occidental.

“Neftalí tendrá una parte junto al territorio de Aser, desde el lado oriental hasta el lado occidental.

Manasés tendrá una parte junto al territorio de Neftalí, desde el lado oriental hasta el lado occidental.

Efraín tendrá una parte junto al territorio de Manasés, desde el lado oriental hasta el lado occidental.

Rubén tendrá una parte junto al territorio de Efraín, desde el lado oriental hasta el lado occidental.

“Judá tendrá una parte junto al territorio de Rubén, desde el lado oriental hasta el lado occidental.

“Junto al territorio de Judá, desde el lado oriental hasta el lado occidental, estará la porción de 25.000 de ancho y de largo, que reservaréis como cualquiera de las otras partes, es decir, desde el lado oriental hasta el lado occidental; y en medio de ella estará el santuario.

La porción que reservéis para Jehovah será de 25.000 de largo por 10.000 de ancho.

A los sacerdotes les pertenece la porción sagrada de 25.000 por el norte, y de 10.000 de ancho por el occidente, de 10.000 de ancho por el oriente y de 25.000 de largo por el sur. Y en medio de ella estará el santuario de Jehovah.

“Para los sacerdotes consagrados, hijos de Sadoc, que cumplieron con mi ordenanza y que cuando los hijos de Israel se desviaron no se desviaron como se desviaron los levitas,

habrá una porción reservada de la tierra reservada, la parte más sagrada, junto al territorio de los levitas.

“La parte de los levitas estará junto al territorio de los sacerdotes y será de 25.000 de largo y de 10.000 de ancho. Todo el largo de 25.000 y el ancho de 10.000.

No venderán de ello; no permutarán, ni traspasarán las primicias de la tierra, porque es cosa consagrada a Jehovah.

“El área de 5.000 de ancho que queda frente a las 25.000 será para uso común, para la ciudad, para vivienda y campos de alrededor. Y la ciudad estará dentro de ella.

Estas serán sus dimensiones: Por el lado norte tendrá 4.500, por el lado sur tendrá 4.500, por el lado oriental 4.500 y por el lado occidental 4.500.

El campo de alrededor de la ciudad tendrá al norte 250, al lado sur 250, al oriente 250 y al occidente

Los productos de lo que quede del largo al frente de la porción consagrada, 10.000 al oriente y 10.000 al occidente, serán para el sustento de los trabajadores de la ciudad.

Los trabajadores de la ciudad serán de todas las tribus de Israel; ellos la trabajarán.

Toda la porción de 25.000 por 25.000 es la porción cuadrada que reservaréis para el santuario y para posesión de la ciudad.

“Para el gobernante será lo que quede de un lado y del otro de la porción consagrada y de la posesión de la ciudad, a lo largo de las 25.000 hasta el extremo oriental, y delante de las 25.000 hasta el extremo occidental de la tierra. Junto a estas partes le corresponderá al gobernante. Será una porción consagrada, y el santuario del templo estará en medio de ella.

Aparte de la posesión de los levitas y de la posesión de la ciudad, estará lo que corresponderá al gobernante. Entre el territorio de Judá y el territorio de Benjamín le corresponderá al gobernante.

“En cuanto a las demás tribus, Benjamín tendrá una parte desde el lado oriental hasta el lado occidental.

Simeón tendrá una parte junto al territorio de Benjamín, desde el lado oriental hasta el lado occidental.

Isacar tendrá una parte junto al territorio de Simeón, desde el lado oriental hasta el lado occidental.

“Zabulón tendrá una parte junto al territorio de Isacar, desde el lado oriental hasta el lado occidental.

Gad tendrá una parte junto al territorio de Zabulón, desde el lado oriental hasta el lado occidental.

“Junto al territorio de Gad, al lado del Néguev, hacia el sur, será la frontera desde Tamar hasta las aguas de Meriba en Cades, en dirección del arroyo que va hasta el mar Grande.

Esta es la tierra que repartirán por sorteo como posesión para las tribus de Israel, y éstas son sus partes, dice el Señor Jehovah.

“Estas son las salidas de la ciudad por el lado norte, que tendrá 4.500 de largo.

(Las puertas de la ciudad serán según los nombres de las tribus de Israel.) Al norte habrá tres puertas: la puerta de Rubén, la puerta de Judá y la puerta de Leví.

“El lado oriental tendrá 4.500 y tres puertas: la puerta de José, la puerta de Benjamín y la puerta de Dan.

“El lado sur tendrá 4.500 de largo y tres puertas: la puerta de Simeón, la puerta de Isacar y la puerta de Zabulón.

“El lado occidental tendrá 4.500 y tres puertas: la puerta de Gad, la puerta de Aser y la puerta de Neftalí.

“El perímetro será de 18.000. Y desde aquel día el nombre de la ciudad será: JEHOVAH ESTA ALLI.”

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Daniel y sus compañeros en Babilonia

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Daniel > Daniel y sus compañeros en Babilonia (27:1:1 - 27:1:21)

En el tercer año del reinado de Joacim rey de Judá, Nabucodonosor rey de Babilonia fue a Jerusalén, y la sitió.

El Señor entregó en su mano a Joacim rey de Judá y parte de los utensilios de la casa de Dios. Los trajo a la tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en el tesoro de su dios.

El rey dijo a Aspenaz, jefe de sus funcionarios, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real y de los nobles,

a jóvenes en quienes no hubiese ningún defecto, bien parecidos, instruidos en toda sabiduría, dotados de conocimiento, poseedores del saber y capaces para servir en el palacio del rey; y que les enseñase la escritura y la lengua de los caldeos.

El rey les asignó para cada día una ración de los manjares del rey y del vino que él bebía. Ordenó que se les educase durante tres años, para que al fin de ellos se presentaran al servicio del rey.

Entre ellos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de la tribu de Judá.

A éstos, el jefe de los funcionarios les puso nombres: A Daniel llamó Beltesasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.

Pero Daniel se propuso en su corazón no contaminarse con la ración de la comida del rey ni con el vino que éste bebía. Pidió, por tanto, al jefe de los funcionarios que no fuera obligado a contaminarse.

Dios concedió a Daniel que se ganara el afecto y la buena voluntad del jefe de los funcionarios,

y el jefe de los funcionarios dijo a Daniel: —Tengo temor de mi señor el rey, quien ha asignado vuestra comida y vuestra bebida; pues cuando él vea vuestras caras más demacradas que las de los jóvenes de vuestra edad, expondréis mi vida ante el rey.

Entonces Daniel dijo al inspector, a quien el jefe de los funcionarios había puesto a cargo de Daniel, Ananías, Misael y Azarías:

—Por favor, prueba a tus siervos durante diez días; que nos den de comer sólo legumbres y de beber sólo agua.

Luego sean vistos delante de ti nuestro aspecto y el de los jóvenes que comen de la ración de los manjares del rey. Y según lo que veas, así harás con tus siervos.

Les escuchó en este asunto y los probó durante diez días.

Al final de los diez días el aspecto de ellos se veía mejor y más nutrido de carnes que el de los otros jóvenes que comían de la ración de los manjares del rey.

De modo que el inspector retiraba la ración de los manjares de ellos y el vino que habían de beber, y les daba legumbres.

A estos cuatro jóvenes Dios les dio conocimiento y habilidad en toda clase de escritura y sabiduría. Y Daniel era entendido en toda clase de visiones y sueños.

Pasados los días, al fin de los cuales el rey había dicho que los trajesen, el jefe de los funcionarios los llevó a la presencia de Nabucodonosor.

El rey habló con ellos, y no se encontró entre todos ellos ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Así se presentaron al servicio del rey.

En todo asunto de sabiduría y entendimiento que el rey les consultó, los encontró diez veces mejores que todos los magos y encantadores que había en todo su reino.

Y Daniel continuó hasta el primer año del rey Ciro.

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Daniel interpreta el sueño de Nabucodonosor

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Daniel > Daniel interpreta el sueño de Nabucodonosor (27:2:1 - 27:2:49)

En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, éste tuvo un sueño; y su espíritu se perturbó, y no pudo dormir.

El rey mandó llamar a los magos, a los encantadores, a los hechiceros y a los caldeos para que le declarasen sus sueños. Vinieron y se presentaron delante del rey.

Y el rey les dijo: —He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por entender el sueño.

Entonces los caldeos dijeron al rey en arameo: —¡Oh rey, para siempre vivas! Di el sueño a tus siervos, y te declararemos la interpretación.

El rey respondió y dijo a los caldeos: —De mi parte el asunto está decidido: Si no me dais a conocer el sueño y su interpretación, seréis descuartizados, y vuestras casas serán convertidas en ruinas.

Pero si me declaráis el sueño y su interpretación, recibiréis de mí regalos, favores y grandes honores. Por tanto, declaradme el sueño y su interpretación.

Le respondieron por segunda vez diciendo: —Diga el rey el sueño a sus siervos, y nosotros declararemos su interpretación.

El rey respondió: —Ciertamente yo me doy cuenta de que vosotros ponéis dilaciones, porque veis que de mi parte el asunto está decidido:

Si no me dais a conocer el sueño, habrá una sola sentencia para vosotros. Ciertamente os habéis puesto de acuerdo para dar una respuesta mentirosa y corrupta delante de mí, entre tanto que las circunstancias cambien. Por tanto, decidme el sueño, para que yo sepa que también podéis declarar su interpretación.

Los caldeos respondieron delante del rey: —No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey, porque ningún rey grande y poderoso ha pedido cosa semejante a ningún mago ni encantador ni caldeo.

Además, el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay delante del rey quien lo pueda declarar, salvo los dioses, cuya morada no está con los mortales.

Por esto, el rey se enfureció y se airó muchísimo, y mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia.

Se promulgó el decreto, para que los sabios fuesen llevados a la muerte. Y buscaron a Daniel y a sus compañeros para que fuesen muertos.

Entonces Daniel se dirigió con prudencia y discreción a Arioc, capitán de la guardia del rey, quien había salido para matar a los sabios de Babilonia.

Habló y dijo a Arioc, oficial del rey: —¿Cual es la causa por la que se ha promulgado este decreto tan severo de parte del rey? Entonces Arioc declaró el asunto a Daniel.

Daniel entró y pidió al rey que le diese tiempo para que le declarase la interpretación.

Luego Daniel fue a su casa y dio a conocer el asunto a Ananías, Misael y Azarías, sus compañeros,

a fin de implorar misericordia del Dios de los cielos con respecto a este misterio, para que Daniel y sus compañeros no pereciesen junto con el resto de los sabios de Babilonia.

Entonces el misterio le fue revelado a Daniel en una visión de noche, por lo cual Daniel bendijo al Dios de los cielos.

Daniel habló y dijo: “¡Sea bendito el nombre de Dios desde la eternidad hasta la eternidad! Porque suyos son la sabiduría y el poder.

El cambia los tiempos y las ocasiones; quita reyes y pone reyes. Da sabiduría a los sabios y conocimiento a los entendidos.

El revela las cosas profundas y escondidas; conoce lo que hay en las tinieblas, y con él mora la luz.

A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y poder. Y ahora me has dado a conocer lo que te hemos pedido, pues nos has dado a conocer el asunto del rey.”

Después de esto, Daniel entró a la presencia de Arioc, a quien el rey había comisionado para hacer perecer a los sabios de Babilonia. Fue y le dijo así: —No hagas perecer a los sabios de Babilonia. Llévame a la presencia del rey, y yo declararé al rey la interpretación.

Entonces Arioc llevó apresuradamente a Daniel a la presencia del rey y le dijo así: —He hallado un hombre de los cautivos de Judá, quien dará a conocer al rey la interpretación.

El rey habló y preguntó a Daniel, cuyo nombre era Beltesasar: —¿Podrás tú darme a conocer el sueño que tuve y su interpretación?

Daniel respondió en presencia del rey diciendo: —El misterio sobre el cual el rey pregunta, ni los sabios, ni los encantadores, ni los magos, ni los adivinos lo pueden declarar al rey.

Pero hay un Dios en los cielos, quien revela los misterios. El ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. Tu sueño y las visiones de tu cabeza en tu cama son éstos:

Estando tú, oh rey, en tu cama, tus pensamientos se agitaban por saber lo que había de suceder en el porvenir; y el que revela los misterios te ha hecho saber lo que ha de suceder.

En cuanto a mí, me ha sido revelado este misterio, no porque la sabiduría que hay en mí sea mayor que la de todos los vivientes, sino para que yo dé a conocer al rey la interpretación y para que entiendas los pensamientos de tu corazón.

Tú, oh rey, mirabas, y he aquí una gran estatua. Esta estatua, que era muy grande y cuyo brillo era extraordinario, estaba de pie delante de ti; y su aspecto era temible.

La cabeza de esta estatua era de oro fino; su pecho y sus brazos eran de plata; su vientre y sus muslos eran de bronce;

sus piernas eran de hierro; y sus pies en parte eran de hierro y en parte de barro cocido.

Mientras mirabas, se desprendió una piedra, sin intervención de manos. Ella golpeó la estatua en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó.

Entonces se desmenuzaron también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro; y se volvieron como el tamo de las eras en verano. El viento se los llevó, y nunca más fue hallado su lugar. Y la piedra que golpeó la estatua se convirtió en una gran montaña que llenó toda la tierra.

Este es el sueño. Y su interpretación también la diremos en presencia del rey:

Tú, oh rey, eres rey de reyes porque el Dios de los cielos te ha dado la realeza, el poder, la fuerza y la majestad.

Todo lugar donde habitan los hijos del hombre, los animales del campo y las aves del cielo, él los ha entregado en tus manos y te ha dado dominio sobre todos ellos. Tú eres aquella cabeza de oro.

Después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo, y otro tercer reino de bronce, el cual dominará en toda la tierra.

El cuarto reino será fuerte como el hierro; y como el hierro todo lo desmenuza y pulveriza, y como el hierro despedaza, así demenuzará y despedazará a todos éstos.

Lo que viste de los pies y de los dedos, que en parte eran de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, significa que ese reino estará dividido; pero en él habrá algo de la firmeza del hierro, tal como viste que el hierro estaba mezclado con el barro cocido.

Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, así el reino será en parte fuerte y en parte frágil.

En cuanto a lo que viste, que el hierro estaba mezclado con el barro cocido, se mezclarán por medio de alianzas humanas, pero no se pegarán el uno con el otro, así como el hierro no se mezcla con el barro.

Y en los días de esos reyes, el Dios de los cielos levantará un reino que jamás será destruido, ni será dejado a otro pueblo. Este desmenuzará y acabará con todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre.

De la manera que viste que de la montaña se desprendió una piedra sin intervención de manos, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro cocido, la plata y el oro, el gran Dios ha hecho saber al rey lo que ha de acontecer en el porvenir. El sueño es verdadero, y su interpretación es fiel.

Entonces el rey Nabucodonosor se postró sobre su rostro y rindió homenaje a Daniel. Mandó que le ofreciesen ofrendas e incienso.

El rey habló a Daniel y le dijo: —Ciertamente vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de reyes. El revela los misterios, pues tú pudiste revelar este misterio.

Entonces el rey engrandeció a Daniel y le dio muchos y grandes regalos. Le dio dominio sobre toda la provincia de Babilonia y le hizo intendente principal de todos los sabios de Babilonia.

Daniel solicitó del rey, y él designó a Sadrac, a Mesac y a Abed-nego sobre la administración de la provincia de Babilonia. Y Daniel permaneció en la corte del rey.

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