Libros Proféticos

Súplica a Israel para que vuelva a Jehová

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Oseas > Súplica a Israel para que vuelva a Jehová (28:14:1 - 28:14:9)

¡Vuelve, oh Israel, a Jehovah tu Dios; porque por tu pecado has caído!

Tomad con vosotros estas palabras y volved a Jehovah. Decidle: “Quita toda la iniquidad y acéptanos con benevolencia; te ofrecemos el fruto de nuestros labios.

No nos librará Asiria; no montaremos sobre caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.

“Yo los sanaré de su infidelidad. Los amaré generosamente, porque mi furor se habrá apartado de ellos.

Yo seré a Israel como el rocío; él florecerá como lirio y echará sus raíces como el Líbano.

Sus ramas se extenderán. Su esplendor será como el del olivo, y su fragancia como la del Líbano.

Volverán y se sentarán bajo su sombra. Cultivarán el trigo y florecerán como la vid. Su fragancia será como el vino del Líbano.

¿Qué más tiene que ver Efraín con los ídolos? Soy yo quien le responderá y velará por él. Yo soy como el ciprés verde; debido a mí será hallado fruto en ti.”

¿Quién es sabio para entender estas cosas, y prudente para que las conozca? Ciertamente los caminos de Jehovah son rectos, y los justos andarán por ellos. Pero los rebeldes tropezarán en ellos.

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La esposa infiel de Oseas, y sus hijos

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Oseas > La esposa infiel de Oseas, y sus hijos (28:1:1 - 28:1:11)

La palabra de Jehovah que vino a Oseas hijo de Beeri, en los días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en los días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel.

El principio de la palabra de Jehovah por medio de Oseas. Jehovah dijo a Oseas: “Vé, toma para ti una mujer dada a la prostitución, e hijos de prostitución; porque la tierra se ha dado enteramente a la prostitución, apartándose de Jehovah.”

Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo.

Entonces Jehovah le dijo: “Ponle por nombre Jezreel, porque dentro de poco yo castigaré a la casa de Jehú por los hechos de sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de Israel.

Sucederá en aquel día que yo quebraré el arco de Israel en el valle de Jezreel.”

Ella concibió de nuevo y dio a luz una hija. Y Dios le dijo: “Ponle por nombre Lo-rujama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, y no la soportaré más.

Pero de la casa de Judá tendré misericordia y los salvaré por Jehovah su Dios. No los libraré con arco, ni con espada, ni con guerra, ni con caballos y jinetes.”

Después de destetar a Lo-rujama, concibió y dio a luz un hijo.

Y Dios le dijo: “Ponle por nombre Lo-ammí, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo soy vuestro Dios.

“No obstante, el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y sucederá que en lugar de lo que se les dijo: Vosotros no sois mi pueblo, se les dirá: Hijos del Dios viviente.

Los hijos de Judá y de Israel serán congregados en uno y nombrarán para sí un solo jefe. Y subirán de la tierra, porque grande será el día de Jezreel.

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El amor de Jehová hacia su pueblo infiel

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Oseas > El amor de Jehová hacia su pueblo infiel (28:2:1 - 28:2:23)

“Decid a vuestros hermanos: Ammí, y a vuestras hermanas: Rujama.

“¡Acusad a vuestra madre, acusadla! Porque ella ya no es mi mujer, ni yo soy su marido. Que quite sus fornicaciones de delante de su cara y sus adulterios de entre sus pechos.

No sea que yo la desnude por completo y la ponga como en el día en que nació. No sea que la vuelva como un desierto, que la deje como una tierra reseca y la mate de sed.

Tampoco me compadeceré de sus hijos, porque son hijos de prostitución.

Porque su madre se prostituyó; la que los concibió actuó desvergonzadamente, porque dijo: Iré tras mis amantes que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.

Por tanto, he aquí que yo obstruyo su camino con espinos, y reforzaré su vallado, de manera que ella no encuentre sus senderos.

Ella irá tras sus amantes, pero no los alcanzará; los buscará, pero no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido, porque mejor me iba antes que ahora.

“Pero ella no reconoció que era yo el que le daba el trigo, el vino nuevo y el aceite. Yo le di abundancia de plata y de oro, que ellos usaron para Baal.

Por tanto, volveré a tomar mi trigo a su tiempo y mi vino en su época, y quitaré mi lana y mi lino que cubren su desnudez.

Ahora pondré al descubierto su locura ante los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano.

Haré cesar todo su regocijo: sus fiestas, sus lunas nuevas, sus sábados y todas sus festividades.

Arrasaré sus viñas y sus higueras de las cuales ha dicho: Son la paga que me han dado mis amantes. Yo las reduciré a matorral, y se las comerán los animales del campo.

La castigaré por los días dedicados a los Baales, a los cuales ha quemado incienso y para los cuales se ha adornado con sus aretes y sus joyas. Ella se ha ido tras sus amantes y se ha olvidado de mí,” dice Jehovah.

“Sin embargo, he aquí que yo la persuadiré, la llevaré al desierto y hablaré a su corazón.

Y desde allí le daré sus viñas, y el valle de Acor será como puerta de esperanza. Allí me responderá como en los días de su juventud, y como en el día en que subió de la tierra de Egipto.

Sucederá en aquel día, dice Jehovah, que me llamarás: Marido mío; y nunca más me llamarás: Señor mío.

Porque yo quitaré de su boca los nombres de los Baales, y nunca más serán mencionados sus nombres.

“En aquel día haré por ellos un pacto con los animales del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra. Quebraré el arco y la espada, y anularé la guerra en la tierra. Y les haré dormir seguros.

“Te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia y derecho, en lealtad y compasión.

Yo te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehovah.

Y sucederá en aquel día, dice Jehovah, que responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra.

La tierra responderá al trigo, al vino y al aceite; y éstos responderán a Jezreel.

Yo la sembraré para mí en esta tierra, y tendré compasión de Lo-rujama. Diré a Lo-ammí: ¡Pueblo mío eres tú!, y él dirá: ¡Dios mío!”

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Oseas y la adúltera

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Oseas > Oseas y la adúltera (28:3:1 - 28:3:5)

Jehovah me dijo de nuevo: “Vé, ama a una mujer que ama a un amante y comete adulterio. Amala con un amor como el de Jehovah por los hijos de Israel, a pesar de que ellos miran a otros dioses y aman las tortas de pasas.”

Entonces la compré por quince piezas de plata, y un homer y medio de cebada.

Y le dije: “Te quedarás conmigo muchos años. No te prostituirás ni serás de otro hombre; lo mismo haré yo contigo.”

Porque muchos años estarán los hijos de Israel sin rey, ni gobernante, ni sacrificio, ni piedras rituales, ni efod, ni ídolos domésticos.

Después volverán los hijos de Israel y buscarán a Jehovah su Dios y a David, su rey. Temblando acudirán a Jehovah y a su bondad en los días postreros.

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Controversia de Jehová con Israel

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Oseas > Controversia de Jehová con Israel (28:4:1 - 28:4:19)

Oíd la palabra de Jehovah, oh hijos de Israel: “Jehovah tiene pleito con los habitantes de la tierra, porque no hay en la tierra verdad, ni lealtad, ni conocimiento de Dios.

El perjurar, el engañar, el asesinar, el robar y el adulterar han irrumpido. Uno a otro se suceden los hechos de sangre.

Por eso la tierra está de duelo, y todo habitante de ella desfallece junto con los animales del campo y las aves del cielo. Aun los peces del mar perecen.

“Nadie contienda ni amoneste a ninguno, porque es contigo con quien tengo pleito, oh sacerdote.

Tropezarás, por tanto, en pleno día; también el profeta tropezará contigo en la noche. Y haré perecer a tu madre.

“Mi pueblo es destruido porque carece de conocimiento. Porque tú has rechazado el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque te has olvidado de la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos.

“Cuanto más se acrecentaron, más pecaron contra mí; por tanto, yo cambiaré su gloria en afrenta.

Comen las ofrendas por el pecado de mi pueblo, y apetecen su iniquidad.

Como es el pueblo, así es el sacerdote. Le castigaré por sus caminos y le pagaré conforme a sus obras.

Ellos comerán, pero no se saciarán; fornicarán, pero no se multiplicarán; porque dejaron de escuchar a Jehovah.

“La fornicación, el vino y el mosto arrebatan el entendimiento.

Mi pueblo consulta a su ídolo de madera, y su palo le declara; porque el espíritu de prostitución le ha engañado, y se prostituyen debajo de su dios.

Sobre las cumbres de los montes ofrecen sacrificios y queman incienso sobre las colinas, debajo de las encinas, de los álamos y de los olmos, que tienen buena sombra. Por tanto, vuestras hijas se prostituirán, y vuestras nueras cometerán adulterio.

No castigaré a vuestras hijas cuando se prostituyan, ni a vuestras nueras cuando cometan adulterio. Porque los hombres se apartan con las prostitutas y ofrecen sacrificios con las prostitutas sagradas. Por tanto, el pueblo sin entendimiento se arruina.

“Si tú te prostituyes, oh Israel, ¡que Judá no sea culpable! No entréis a Gilgal, ni subáis a Bet-avén, ni juréis: ¡Vive Jehovah!

Porque Israel es obstinado como una vaca obstinada: ¿Los apacentará Jehovah ahora, como a un cordero en un lugar espacioso?

Efraín se ha apegado a los ídolos. ¡Déjalo!

Aunque se haya terminado su orgía, se siguen prostituyendo. Sus gobernantes aman mucho lo que avergüenza.

El viento los arrollará en sus alas, y se avergonzarán de sus altares.

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